Restaurante: Mesón Aragones

He estado en lugares buenos, malos,regulares pero sin duda alguna hasta el día de hoy es el peor lugar en el que he cenado, valorando claro está que, el pan servido era congelado 4 curruscos y para se cobraba a parte, las alitas fritas que pedimos por lo menos eran de 5 días atrás recalentadas con unas patatas que acompañaban revenidas, y pedimos una pizza por supuesto también congelada mala y pequeña y para argumentar toda esta cena a parte del pan cobrado a parte repito, fue una cena cara y pésima, la razón de que acabará en ese lugar era por que todo lo demás estaba lleno, en cuanto al servicio serio y poco cordial.

Te roban, te engañan lentos para servir y lentos para cobrar así cualquier y luego se quejan de que la gente no entra no entrar aconsejo son unos ladrones

Es de los peores restaurantes en los que he estado. La comida mediocre pero lo peor de todo la atención. Reservamos mesa y no la tenían, tuvimos que esperar a que nos la prepararan y cuando lo hicieron los lanzaron los cubiertos y los platos y tuvimos que colocarnos nosotros mismos. Encima fueron unos bordes y cuando pedimos la hoja de reclamaciones quisieron timarnos y no darnos las hojas que nos correspondían. No lo recomiendo en absoluto

Relación calidad precio no del todo satisfactorio, el local bien pero por lo que no lo recomendaría es por el personal, poco amables, por no decir bordes. No volveré sobretodo habiendo tantos bares en Alcoceber donde te atienden tan bien y no son tan prepotentes.

En fin, muy llamativa la carta. Ganas de probar cosas aragonesas. Aparentemente muy amables pero... De aragonés tiene poco y de amables menos. Te cobran las cosas aparte sin indicártelo ¿alguien cobraría en un pantumaca (delicias de Teruel) por un lado el pan, por otro el jamón, y por otro el tomate? Pues ellos lo hacen sin decírtelo, claro, hasta que llega la cuenta. Te ponen problemas para darte hojas de reclamaciones y si no amenazas con llamar a los municipales incluso no te la quieren firmar. La comida, en sí, es pasable, pero la experiencia invita a no repetir. Vivir del turismo, pero no a costa del turismo.