Buen sitio para comer. El local es amplio y limpio, incluidos los servicios. El trato es casero, recomendándote en cuanto a cantidad y distintos platos. No hay mucha variedad, pero es que es lo que es. Fuimos 12 adultos. Comimos: 2 de sopa castellana, 8 ó 10 raciones (de chorizo, morcilla, calamares, croquetas y queso), 9 pinchos a la brasa, 2 ensaladas (con tomates que sabían a tomates), 3 botellas de vino y 4 de agua, postre casero y café para todos. Nos invitaron a chupitos. Pagamos 26 € por cabeza, propina incluida (305 €). Lo recomiendo.