Mal servicio, comida que deja mucho que desear (lo que nosotros comimos) y mucha, mucha paciencia, tardamos 3 horas en terminar de comer (sin prostre ni café). Mejores opciónes para comer, dentro del pueblo de daimiel.
Mal servicio, comida que deja mucho que desear (lo que nosotros comimos) y mucha, mucha paciencia, tardamos 3 horas en terminar de comer (sin prostre ni café). Mejores opciónes para comer, dentro del pueblo de daimiel.
Hace dos fines de semana que visitamos el parque, fuimos mi marido y yo. Había bastante gente en la terraza del restaurant porque hacía muy buen día. Decidimos subir al comedor y nos gustó mucho la comida y el precio. Para estar en el mismo parque y ser el único lugar que hay es muy buena opción. Yo comí pimientos rellenos de gambas y de segundo chuleta de ternera y mi marido paella y caldereta de cordero. Por cierto, el comedor es precioso.
Mejor, que no te de la hora de comer en las tablas de daimiel, ya que es el único sitio de las cercanías. El servicio, pésimo con carreras, no con rapidez, sino con prisa. Muy apretados, el respaldo de mi silla daba con otro respaldo de otro vecino. El comedor lleno de moscas, la comida es de rancho: las judías con perdiz infumables y duras, trasladé mi queja a cocina y ni la más mínima atención. El pescado, muy corriente. El precio : 18 euros por el menú del día es muy alto por tan poco.
Se aprovechan descaradamente de su cercanía a las tablas para pescar en ellas turistas inocentes, que atraídos por su decoración externa manchega imaginan platos abundantes a buen precio... Nada más lejos de la realidad. Un servicio agobiante por las prisas y sobre todo una calidad de platos mediocre y a unos precios increíbles. Nos cobraron entre otras cosas 6 € por unas natillas empalagosas y 14 €!!! Por un par de porciones de pan de Calatrava, que con ese precio parecía que las había diseñado el famoso arquitecto. Merece la pena acercarse al pueblo a buscar algo mejor sin ninguna duda.
Tu comentario es útil si lo hubiera visto antes. Yo también he picado. Siempre miro referencias de los hoteles. A partir de ahora también miraré de los restaurantes
Lugar inmejorable a las puertas de las tablas de daimiel. Relación calidad-precio estupenda. Lo mejor los platos típicos manchegos, migas, gachas, asadillo, pisto, caldereta... Seguro repetiré en breve.
Comi con mi novio el pasado sábado. La carta no es muy extensa, pero la comida está bastante buena. Y la situación es inmejorable.
Comida recalentada, servicio, malo. Muchas prisas, y mucha espera, caro, y el postre mejor no pedir ,un flan 7 €, sin guarnicion
Nos han hecho comer en el comedor y no fuera porque "era lo mismo", pero la verdad es que en el interior nos han cobrado 2 euros extras por cada plato. Nos han intentado cobrar un pan que no nos han servido. Comida más bien mala y ademas carísimo.
El lugar es precioso. Ayer comí con un grupo de amigos y me pareció bastate rico todo. Platos típico de la zona muy bien hechos y de segundo yo degusté un bacalao con tomate riquísimo. Los postres los recomiendo, son todos caseros.
El restaurante es muy bonito,. Tiene dos comedores. Uno muy amplio en la primera planta y otro más pequeño en la planta baja. Me parece que el menú de fin de semana es bastante bueno por 18 €. Comí judías con perdíz deliciosas y churrasco de ternera bastante aceptable. De postre nata guisada casera. Restaurante muy recomendable. Lo peor la cantidad de gente.
Me parece un sitio bonito y el lugar es insuperable en situación, al lado del parque nacional. De primero degusté unas judías con perdíz buenísimas, y de segundo churrasco. Nata guisada de postre. Los postres se notan que son caseros. Todo estaba bastante bueno.
El restaurante precioso y la comida de buena calidad. Tiene dos comedores, uno grande en la segunda planta y otro más pequeño en la planta baja. Nosotros comimos en el de arrriba y es muy amplio y bonito. Por 18 € el menú merece la pena tomarlo.
Muy caro y de mala calidad comimos un menú de la casa a precio astronómico: 18 euros por una menestra mal cocinada (industrial, de las que se descongelan), un pollo al horno francamente mediocre y una naranja (más una botella de 1. 5 lt de agua a compartir entre 4) es un timo. La calidad muy baja. Nos quejamos y dijeron que no era su problema. Realmente se paga el pato de comer al lado de las tablas de daimiel.
El restaurante maravilloso, típico manchego muy bonito. El problema es la comida. Yo comí sopa de ajo y cinta de lomo al horno. La sopa dejaba bastante que desear y la cinta de lomo al horno no era otra cosa que lomo adobado (tipo fiambre) con cuatro patatas y un poco asadillo (36€ nos costó la broma). Hacía un frío horrible dentro del restaurante, no estaba bien climatizado y en cuanto a la atención de los camareros, mejor ni hablamos.
Cuando pedimos la bebida fue todo bien, el problema vino cuando pedimos la comida, que tardo 45 minutos en venir. Lo primero que vino fue la ensalada mixta que nos querían cobrar 7€ por media hoja de lechuga medio esparrago blanco partido en 3 trozos medio tomate y un huevo duro. Luego vino el bocadillo de lomo que se confundió.
El restaurante que está bien atendido y con una carta correcta. El entorno es maravilloso. Le vendría bien un poco más de limpieza en manteles y servilletas