Restaurante: Mesón El Corcho

Gran decepción la que nos llevamos ayer cuando fuimos a comer al mesón el corcho, se trata de un sitio que por separado habíamos visitados muchos de los que ayer nos reunimos para comer y del que siempre hemos hablado muy bien. En total nos reunimos 25 personas, y en un día como el de ayer que conseguimos reunirnos, decidimos ir todos juntos. Unos días antes llamamos por teléfono para que nos reservaran mesa, pero nos dijeron que no reservaban, siendo así nos fuimos muy temprano para que no tuviéramos problemás de sitio. A las 13:15, con el establecimiento vacío, nos atendió en dueño y nos dijo que a grupos de persona ellos no atienden, con otras palabras despreció a 25 clientes. Le dijimos que si el problema era que no podía ser una mesa unida, no nos importaba ponernos en mesas separadas, pero no hubo manera, para todo hubo negación rotunda, le comenté que es lo mismo que si vienen 5 familias y cada una está en su mesa, pero no hubo forma. Tuvimos que buscar otro sitio, eso sí, lo encontramos, en fuenteheridos, nos atendieron estupendamente ( mesón biarritz) y acábamos encantados con nuestro día de reunión. Una pena con "el corcho", han perdido 25 clientes para siempre.

Yo estuve con mi pareja hace poco tiempo, y el sitio es excelente. La decoración nos dejó impactados... Es impresionante. El dueño aunque es un hombre serio, me pareció un tío "brutote" pero correcto, y no como se lo ha pintado, como si fuera un ogro. Además a este hombre apenas lo vimos porque estaba en la barra y el chaval que nos atendió era un tío muy atento y agradable. Por último y en lo que respecta a la comida, qué decir!... Pues que si eres de comer, éste es el sitio. Además la comida es de calidad, las patatas caseras y las carnes ibéricas. Así que a pesar de todo lo que se ha dicho, yo doy una opinión sobresaliente a este restaurante y repetiré sin duda.

El dueño (está en el mostrador) no es nada agradable, parece que te está haciendo un favor. En otra ocasión iré a cualquier otro de los que allí existen que según me cuentan son extraordinarios.

Hola, tengo que decir, que este restaurante, me llego a sorprender, estuve almorzando en enero del 2011, con mi señora y mi hija. Soy el típico de pueblo, que come como un mulo y es la primera vez que me siento en la mesa y me sobra la comida, de una grandisima calidad, y hecha con cariño, pues eso se nota, cuando pides algo para comer por ejemplo ;cordero con patatas, deves tener en cuenta que no podrás comertelo todo, pues son platos para compartir almenos con tres personas! Me encanto! Y hay que reconocer que el trato del personal hacia el cliente es de lo mejor que he visto, se lo aconsejo a todo aquel que quiera darse un buen festín y de calidad, yo aseguro que volveré... Hasta la próxima

Me sorprenden vuestras críticas. Yo he ido 3 veces y cada vez es peor. El lugar es muy curioso, pero es bastante recargado y frío, no hay música ambiente. La carta ofrece lo mismo que todos los de la sierra, embutido, revueltos y carne a la plancha sobre una montaña de patatas fritas. Las cartas son muy bonitas, pero estaban muy sucias y estropeadas. El jamón estaba super gordo cortado y la carne churruscada, a pesar de que le pedimos muy poco hecha, ni siquiera nos la volvió a hacer como la pedimos a pesar de que no estábamos conformes. Era incomestible y se quedó todo en los platos. Todas las carnes tenían el mismo sabor porque no sabían a nada y estaban como el esparto, sin al menos una salsita para poder tragarlo. Ponen una montaña de patatas fritas para que no te vayas sin hambre, pero ni eso estaba bueno porque estaban crudas. Nos fuimos indignados y robados, porque compartiendo entrante y un plato(sin postre ni café) salimos a 30€ cada 1. No me extraña que la gente ya no vuelva a la sierra porque entre estos malos restauradores y hosteleros se están cargando la sierra. Señores tenéis mucho que aprender de otras sierras vecinas. Menos mal he están llegando nuevos y auténticos profesionales de la restauración y la hostelería que espero que levanten de nuevo nuestra la sierra. Yo soy de aquí, pero salvo los 3 o 4 sitios que merecen la pena no volveré a comer en otro lado, porque cada vez me decepciono mas. Toca ponerse las pilas porque ya somos demasiados los serranos que pensamos así.