Van de sobrados por la vida... Estuvimos dos veces y no pudimos entrar, la segunda vez fuimos a cenar el sábado 2 de junio sobre las 22:45, y estaban la mitad de las mesas vacías porque ya habían dado los servicios, la chica rubia nos dijo que no que ya era muy tarde para atendernos, así que nos fuimos pensando ¿sábado 22:45 de la noche muy tarde para cenar?.... Conclusión la comida no la puedo valorar pero el desanimo y las pocas ganas de trabajar creo que sí.. Al final cenamos en otro restaurante que nos atendieron fenomenal y muy contentos.