La comida excelente y el trato exquisito. Los niños comieron muy bien, y nos dieron la opción de llevarnos lo que no se terminaron. Muy recomendable
La comida excelente y el trato exquisito. Los niños comieron muy bien, y nos dieron la opción de llevarnos lo que no se terminaron. Muy recomendable
Tanto el servicio como la comida y la decoración han sido excelentes. Desde luego, es un sitio para repetir. Nos encantó.
Fui con mi pareja de cena romántica y pedimos el menú gastronómico. Los platos principales exquisitos, el aperitivo aceptable.
El sitio es agradable, la comida muy abundante, hicimos el menú gastronómico, cuesta acabar con todo. El pescado y marisco de muy buena calidad, el servicio muy atento y rápido, las copas de vino no daban la talla muy sencillas, y los fritos deberían de apurar menos el aceite tenían un cierto sabor a rancio, por lo demás todo correcto se puede repetir a ver si mejoran estos apartados que son tonterías que lo harían mucho mejor restaurante. El precio más que correcto, hay que tener en cuenta la abundancia y la cantidad de platos, 126 euros 2 personas.
Reservamos mesa para cenar este verano, y nos retrasamos 15 minutos porque para aparcar es bastante complicado en verano, en esa zona. Cuando llegamos nos reprocharon que habíamos llegado tarde con muy mala educación y nos querían hacer esperar de pie en una sala sin aire acondicionado, con excusas baratas autentica desvergüenza, cuando había un montón de mesas libres, pésima educación y peor servicio.
Hacia algún tiempo que no frecuentaba la zona del Delta del Ebro y de ella, aparte de sus encantos naturales, recordaba un hotel en San Carlos de la Rápita en cuyo restaurante había disfrutado de una excelente comida. Hice mis averiguaciones y me organicé un viaje con mi familia recalando durante unos días por la zona. Fuimos a comer al nuevo Miami "Can Pons" y si tenía un excelente recuerdo de mi primera visita, este ha sido superado con creces con la última. En primer lugar, su nueva ubicación en el Paseo Marítimo peatonal no tiene comparación con cualquier otro restaurante de la comarca,en segundo lugarla comida sigue estando a la altura de mis buenos recuerdos sino mas y por último la amabilidad del servicio brilla a gran altura.
Como platos a probar recomiendo los entrantes, amplios y deliciosos y como remate la clásica zarzuela que sigue siendo excepcional. Antes de marchamos, repetimos visita al restaurante con idéntica satisfacción con los platos elegidos y el servicio.