opiniones sobre el Restaurante Mirador de Ulía

Las vistas bastante bonitas, la verdad en relación calidad precio decepcionada en cuanto a la atención bastante buena los camareros muy atentos... No merece la pena ir a comer por lo caro que es. Hay muchos restaurantes buenos en donosti donde no tienes que pagar tanto por tan poco

El lugar privilegiado. El servicio muy atento. La comida rica y muy bien presentada. El precio excesivo

La comida estaba muy buena, las vistas eran preciosas y nos dieron un buen trato. Totalmente recomendable.

Estuvimos un grupo de 15 amigos nos obligaron a pedir el menú degustación y realmente nos timaron, nos cobraron 107 € a cada uno por una comida que era una vergüenza y no lo valía ni de lejos. El restaurante es un timo tiene una estrella michelin y se aprovechan de eso para timar literalmente a los clientes

Me ha gustado mucho el mejor restaurante de San sebastián. Aconsejo que conozca, yo y mi pareja pasamos muy bien.

Impresionante!!! Vimos la oferta de deskontu, somos adictos a estos planes y no lo dudamos, fuimos un sábado a comer, cuando hicimos la reserva pedimos la mesa de la foto publicada el día de la oferta, ya nos dijeron que no podía ser, cuando llegamos al restaurante nuestra mesa estaba en el interior, no teníamos vistas, nos consolamos con la comida estuvimos muy a gusto y comimos bien para el café como vimos que ya había mesas libres en la zona del mirador les pedimos si nos podían cambiar de mesa, así fue, sentarse en una mesa del mirador es impresionante, sin duda volveremos

Buenas, la intención de escribir las siguientes líneas, es para explicar la sensación que nos dio a mi pareja y a mí una reciente cena en el restaurante “mirador de ulia” de San sebastián. El menú que teníamos reservado estaba adquirido con meses de antelación en la web de deskontu. El menú nos costó 55 euros, cuando en realidad era de 80 euros. Para hacer la reserva me sorprendió que los dos fines de semana más próximos estaban completos o casi. En el caso de cena, como todo restaurante bueno puedes llegar entre las 20:30 y las 22:30, si es a otra hora es conveniente avisar. Nosotros llegamos a las 22:30 h. Lo más destacado del lugar, es las impresionantes vistas que tiene, desde donde se ve buena parte de donosti y de la bahía. Da la sensación de que te encuentras en un rascacielos. Nos acompañan a la mesa y se llevan el abrigo al guardarropa, todo correcto. Nos ofrecen diversos panes, ambos elegimos el de nueces y pasas. No dice que es una buena elección, ya que son los dos últimos. ¿cómo es eso?? Tenemos un platito a nuestra izquierda el cual llena una camarera de aceite de oliva, la pobre se le va un poco la mano y vierte un poco sobre el mantel. Viene la maître y dice que en el menú aunque ponga que son dos distintos platos, en realidad es uno. No es muy correcto. Y para colmo, que hay un cambio en el pescado, en vez de rodaballo nos ponen merluza. (el cambio no fue a mero! ) en cuanto a los platos, en cuanto a técnica había cosas que llamaban la atención por la imposibilidad de realizarlos en casa. Aun así, no pudimos degustar grandes y ricos sabores, más bien mucha tontería mediocre, mientras nos atiborraban a pan y a vino. Merece una crítica especial el segundo plato que nos sacaron, el cual era imposible tocar debido a que estaba ardiendo, eso es inadmisible en un lugar que pagas en torno a 80-100 euros. En el postre nos fuimos al balcón a satisfacer nuestro vicio. Éramos los últimos, 24:00 h. Antes de terminar el cigarro, “educadamente” vino una camarera y nos dijo que el postre estaba en la mesa. Una vez terminado el vicio fuimos a la mesa, y sin esperar a que me sentara explico el plato. Demostró poca educación, profesionalidad, … a la hora de pagar no les dejamos ni cinco céntimos de propina, no se lo merecían. Evaluándolo calidad-precio, un lugar mediocre con muy buenas vistas. Un saludo

Digamos simplemente que lo único salvable son las vistas, que es lo que han utilizado sus propietarios para inflar los precios a cambio de una comida nauseabunda en sentido literal, pues tanto mi esposa como yo salimos de allí con ganas de vomitar. Ni la materia prima era fresca ni el producto estaba bien cocinado, si bien únicamente como ya se ha dicho la belleza del lugar. Tras visitar los lugares más "in" y evolucionados de media europa, fue en el mirador de ulia, donde encontré el peor restaurante de donosti, y ya es difícil, pues nunca me había pasado el comer mal en ningún sitio de esta ciudad. Tras volver a casa tuve que hacerme una tortilla para llenar el vacio que este lugar había dejado en mi estomago y mi cartera. A una taberna de barrio no se le pueden pedir peras ni en la calidad ni en el trato (aunque a veces sean una grata sorpresa: gracias ranke 2 de berlin), pero a un lugar con tales precios estratosféricos se le exige la mayor de las atenciones por parte del servicio, pues ni nos preguntaron en ningún momento como estaba todo, ni tampoco se ofrecieron para sujetarle a mi mujer el bolso o el abrigo a la hora de marcharnos, y creanme, con nosotros lo han hecho hasta en hamburguserias. En otro comentario he leído que tenia una carta divertida. Pues perdónenme yo para reirme me voy al circo no a cenar: pescado en reconstrucción, falso gnochi, tarta desestructurada... Ja!! Eufemismos con los que distraer al personal y presentar séis trozos de lenguado medio crudo esparcidos en la inmensidad del plato o un minúsculo trozo del tocino de toda la vida que nuestras abuelas echaban en el cocido. Sitios como este son los que le restan la credibilidad a la alta cocina, pues en mi opinión, son las nuevas cocinas de hostelería las que acabaran con la calidad de la comida tradicional española, pues los inventos con gaseosa, no entre fogones. Y con su permiso procedo a deglutir unas "habas en deconstrucción en baño concavo sumergidas por igual en un falso medio de jugo de hortaliza en acompañamiento de embutición por ósmosis de carne y pimentón", es decir que me voy a tapiñar un buen plato de fabada con chorizo y pimiento en plato hondo.

Fantástico, el sitio, los platos, la presentación y el servicio. El único problema es que siempre está lleno, fuimos hace unos 3 m y no conseguimos reservar mesa para repetir.

Quién haya acudido a "Mirador de Ulía" principalmente por las vistas, se llevará una agradable sorpresa: el local es muy acogedor; la atención, profesional; los platos, muy buenos y su presentación, atrayente; la redacción de la carta, es divertida, además. El aparcamiento es reducido, así que recomendaría a grupos grandes que no vayan cada uno en vehículo particular. Una experiencia para repetir.

El enclave de este restaurante es único en San Sebastián. Vistas impresionantes. Su cocina es magnifica en calidad y creatividad. El servicio a nivel de los restaurantes que te dejan un recuerdo inmejorable con ganas de volver. Merece la pena disfrutar de la experiencia.

Lo voy a decir con pocas palabras, es precioso, las vistas del mar, la playa y ver Donosti de fondo es increíble es un sitio digno de estar, se lo he recomendado a todos mis conocidos, se come bastante bien y muy detallista al presentarlo.
Dispone unos buenos caldos y es ideal para bodas y eventos familiares.

Me ha sorprendido la calidad de los maitres tanto como la excelente comida. Lo recomiendo en extremo. Como añadido y sin pagar por ello, unas vistas impresionantes.