Restaurante: O'Pazo

Fue una buena selección porque es un sitio muy bonito, acogedor, con una carta amplia -tanto de comida, como la de vinos-, pero la atención no fue excelente por el detalle que pasaron quince minutos -y a petición nuestra-, para que un mesonero se nos acercarse para ver que queríamos beber. Con la atención no tienen mucha paciencia, pero al final comimos bien y tomamos excelentes bebidas, sobremanera considerando era fin-principio de año. Hubiésemos esperado un poco más de emoción por la fecha, pero no sabemos si culturalmente en España no hay mayor emoción o expectativa por el fin-inicio del año.

Hasta hoy siempre ha sido nuestro restaurante para celebrar acontecimientos. Hoy hemos comido con los bebes, lenguado percebes hongos y centollo. Este Último nos pareció que tenía un sabor extraño y lo hemos dejado a medias. Lo hemos comentado con el chef y nos ha garantizado su calidad. Se ha quedado en el plato y después de cobrarnos 300 euros, estamos con un dolor de estomago considerable. No se si es por el efecto de pagar y no tener en cuenta nuestra opinión, pero realmente, no estaba bueno. Hay que ser mas humildes y escuchar al cliente. Por nuestra parte, se acabo o'Pazo