Restaurante: Ojalá
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San Andrés, 1 Madrid, Madrid San Andrés, 1 Madrid, Madrid San Andrés, 1
Madrid, Madrid
España
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acerca del Restaurante Ojalá
Su decoración es un tanto peculiar, en su planta baja dispone de un comedor con mesitas bajas, taburetes con cojines y arena de la playa por el suelo.
Sus raciones son abundantes a un precio muy razonable.
También ofrecen chocolates, cócteles, tés y cafés.
Se recomienda reservar.
Información de interés sobre el Restaurante Ojalá
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Precio medio carta: 15-25 €
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Especialidad/Recomendación: Patata rellena de carne con tres salsas, lomitos de jabalí gratinados con ali oli de miel, panacotta de mascarpone etc.
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Capacidad aproximada: 30 pax
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Horarios: Desde las 9h:00h. hasta la 01:00h de la madrugada
(Viernes y Sábados hasta las 2:00h) -
Días de descanso - Vacaciones: No cierra
Instalaciones y servicios del Restaurante Ojalá
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local no fumadores
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recomendado reservar
clasificación del Restaurante Ojalá
- Categoria(s) donde figura el Restaurante Ojalá:
San Andrés, 1
Madrid, Madrid
España
información adicional sobre Restaurante Ojalá
La verdad que el restaurante está muy chulo con su arenita y tal, y la comida bastante buena y bien presentada. El servicio bastante atento, nos explicaron las carta con sus especialidades. Lo único que no me gustó fue que dependiendo de la hora en que pidieras, tuvieras que escoger entre unos platos u otros, es decir, no pude pedir unos huevos rotos por ejemplo porque eran las 21:30 en vez de las 21:00. En cuanto al precio.... Tal vez a algunos platos les sobraba un eurillo o dos a su coste, sobre todo en las bebidas. Muy chulo para llevar a la pareja y sorprenderla,
Mi opinión es que me gusta porque es original y buena calidad, buen servicio de mesas también, lo único que en veano abajo tenían que poner aire porque pasamos calor
El espacio que tengo para opinar no me deja expresar todo el trato que recibí en este restaurante. Es un sitio que presente a muchos amigos pero fue tan decepcionante mi última visita... No volveré y desde luego que si tienes un compromiso o quieres sorprender a alguien especial, no lo lleves a este sitio, el trato y el servicio son mediocres, a pesar de tener una comida diferente y algo original. Puede ser que te salga bien, yo era buena clienta y no lo supieron apreciar. Cada uno tiene lo que se merece... Mi total y absoluto rechazo a la sin razón y a la incoherencia, se rieron de mí.
Malisima experiencia. Mi anterior experiencia en este restaurante había sido muy buena dado que llevábamos allí a los amigos que nos visitaban, hasta la última vez. La atención fue malísima, tardando mucho, han cambiado la carta entera, a mucho peor, le dijimos lo que queríamos y que el camarero calculara la cantidad para 5 y nos trajo un plato de cada y punto. Cuando nos sacaron el pan(sin pedirlo) nos sacaron pate, (nosotros creíamos que por cortesía) pero al final nos lo cobraron(sin pedirlo) y al reclamarlo nos dijeron de muy malas maneras que el precio ,incluido el pate, está en la carta, que no lo hubiéramos comido si no lo queríamos. Por mi parte han perdido clientes y que desaconseje este sitio a cualquiera que me pida opinión. Penoso trato, por parte del camarero y del que se apuntó al carro.
Hola! Mi experiencia fue bastante decepcionante y violenta, y eso que ni pudimos entrar! El pasado sábado fuimos con unos amigos a tomar un cocktail porque nos habían dicho que era muy original, por aquello de la arena. El restaurante tiene dos puertas abiertas: una en la calle espíritu santo y otra en la calle San andrés. Pues bien, como en la de espíritu santo había tanta gente, fuimos a mirar la carta por la otra puerta, donde había un atril con la carta. Por esa puerta salía gente, así que por no dar la vuelta, fuimos a entrar por ahí. No puse ni un pie en el primer escalón y vino uno de los camareros super agresivo dando gritos diciendo que ya estaba bien, que por ahí no se entraba. Dio un golpe en el atril y me insultó. Le dije que era un maleducado y que no tenía por qué ponerse a gritar así y que desde luego con esa actitud no tenía ya ganas ni de entrar, así que haciendo gala de su chulería me contestó que ni quería que entrara. Se fue hacia la otra puerta y siguió gritando. Yo puedo entender que estuviera harto de que la gente entrara por ahí, pero no tiene por qué insultar y mucho menos a un posible cliente. Si no quieres que la gente entre y salga por una de las puertas, no seas rácano, ciérrala y pon el aire acondicionado!, que tenía las dos puertas abiertas para hacer corriente y el ventilador puesto. Por lo que os he leído hace bastante calor, no me extraña... La comida y bebida no sé cómo será pero desde luego, con ese servicio ya se nos han quitado las ganas
Me lo creo totalmente por mi experiencia. Deberían de tener un poco más de respeto por la gente que les da de comer
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