Restaurante: Opium Mar BCN

Después de más de medio año en el club, Opium Mar, finalmente puedo escribir una buena opinión de el. Primero de todo, decir que es un sitio atractivo, buena gente, chicas guapas, pero no esperéis mas. Aquí dejo mis opiniones tras más de 6 meses viendo el funcionamiento de la discoteca opium mar Barcelona. Empezaremos con los porteros, que parecen simplemente robots. No pruebes a hablar con ellos porque ni te escuchan y solo conseguirás que te miren por encima del hombro con un afán de superioridad. Te van a mirar y remirar como eres, como vas vestido y con quien vas y como no les parezca bien te echarán sin razón alguna argumentando cualquier tontería. El trato con las chicas, lo he visto con mis propios ojos. Chicas que son expulsadas del club opium de muy malas maneras, violación de la intimidad y agresiones. Con la excusa de que te están echando los porteros meten mano, saben que no les dirás nada. Agarran a las chicas con fuerza y las llevan entre dos o tres a un ascensor donde "supuestamente" las echan a la calle. En mi opinión, no creo que esa sea la mejor manera de echar a una persona. Y digo supuestamente ya que me he encontrado en ocasiones al salir con chicas desesperadas porque han visto como se aprovechaban los porteros de su amiga y luego ya no la habían vuelto a ver. Por último recordar, buena música, buena gente, chicas guapas, pero mal personal, mala educación, cuidado chicas con los porteros. y a disfrutar en opium mar

La comida: regular, el servicio del restaurante: bueno, la atención al cliente del espacio club: fatal después de pagar casi 70 euros por persona (éramos 6) y casi 200 en cocktails nos "indican" que debemos dejar las mesas por que estábamos en la zona vip, a pesar de que ya habíamos preguntado si podíamos quedarnos en la misma mesa para tomar unas copas (por cierto a 17€ el mojito… sin alcohol! ”) pues sino marcharíamos. Aunque he sido cliente durante algunos años no repetiré nunca, está fuera de mi agenda de recomendaciones … y al momento de solicitar el libro de reclamaciones nos ignoraron

Fuimos a comer el día 9/01/11. Nos gustó el lugar y el menú nos pareció adecuado, tanto en precio como en calidad. La sorpresa vino al pedir algunas cosas fuera de menú. Que te cobren 4 € por una botella de agua es excesivo pero, desgraciadamente, bastante habitual. Ese mismo precio por cada café ya empieza a pasarse.... Pero que te cobren 7€ por una copa de vino blanco de la casa --un Perellada, creo que nos dijeron, correcto pero nada excepcional-- es un auténtico abuso. Ni en mi, ciudad donde es habitual pedir el vino a copas y que te claven por ello nos han cobrado nunca esa barbaridad. Chicos, si no queréis sorpresas: ceñiros al menú y punto pelota.

Hola, solo quiero decir que fue degradante la noche del 31 de octubre la presencia en Opium Mar, iba con un grupo de amigos y a una de mis amigas uno de los de seguridad la empujo como si no fuera nadie estando ella dentro y la saco del sitio diciéndole groseramente que se fuera y que no entrara más para que no molestara la vida, ella es una chica de Uruguay y solo quería pasar un buen rato y este señor se creyó el dueño del sitio y nos dio repugnancia su maltrato, contando que a una mujer no se le debe tratar de esa forma empujándola y forzándola. Luego otro señor de seguridad ella al intentar hablar porque la habían tratado así, este otro señor de seguridad le dijo que no iba a entrar, así tuviera lista o hiciera la fila y que nos largáramos de ahí. Si ese es el trato que dan los de seguridad en la entrada no queremos imaginar como serán los que atiendan en barra.... Que tristeza que aún haya tanta violencia en uno de los sitios que se dicen tener las mejores fiestas de Barcelona.

El día 1 de mayo fuimos unas amigas y yo a cenar a Opium Mar, nuestra amiga se casaba y queríamos que fuera una noche especial... La cosa no empezó muy bien: al sentarnos, un camarero nos sirvió la bebida, vino tinto caliente, pero lo que se dice caliente, se lo comenté al camarero y entonces me trajo vino tinto frio..... Justo detrás mío, estaban cenando dos parejas, los chicos se encendieron unos puros, el humo directamente me lo estaba tragando yo, pero soy fumadora y cuando le pregunté al jefe de camareros si podía encender un cigarrillo me dijo que en mi mesa no se podía, pero sí podía tragarme todo el humo de aquellos puros... Cuando llegó la hora de los postres, nos los sirvieron junto con el café y al mismo tiempo, el jefe de camareros nos invitaba a levantarnos de la mesa porque tenían que montar la discoteca y todavía no le había empezado con el postre. El café, por supuesto, me lo tomé helado, pero ya no quise decir nada por no parecer una maniática! Total, un desastre de cena que nos costó 56 euros por persona. Siento mucho tener que dar una mala critica como esta, pero más siento que nos arruinaran la velada. Espero que este comentario les ayude a tratar con un poco más de respeto a los clientes, pues de ellos viven.