Restaurante: Palacio de Anuncibai

El sábado día 6 de mayo celebramos la comunión de nuestro hijo. Solo tengo palabras de agradecimiento. Desde el primer día cuando nos decidimos por celebrarlo allí el trato ha sido perfecto. Fede es una persona muy atenta. El servicio fue de 10. La comida estuvo buenisima. Y un trato hacia los invitados muy bueno. Recomiendo el restaurante. La comida excelente y el servicio impecable. Volveremos a ir sin duda.

Estuve en una boda de invitada y la verdad es que el sitio es precioso. Sin embargo, para mí, que soy celiaca (con un grado muy alto de intolerancia al gluten), no ha sido un camino de rosas. El restaurante ya estaba avisado por parte de los novios, no obstante no parecen conocer con rigurosidad la intolerancia al gluten y sobre todo el problema de la "contaminación cruzada". Mis primeras sospechas llegaron cuando en los entremeses pusieron para compartir en la mesa foie con tostas (ambas en el mismo plato aunque separadas) y me dijeron que comiera de ahí. Yo les dije que eso no me era posible, ya que cualquier migaja que toque el foie, ya no es apta para mí y muchos celiacos. Es cierto que no todos los celiacos tienen el mismo grado de intolerancia, pero si se toman la molestia de preguntar a la asociación de celiacos, estos les dirán que esa manera de servir los platos está prohibida para los celiacos. Es cierto que tras avisarles me lo trajeron en un plato aparte y sin tostas, y que el resto de los platos fueron individuales y distintos al resto, pero claro yo no estoy en la cocina y no sé cómo realizan la elaboración de los platos y si pudo haber alguna contaminación. Terminó la boda y todo parecía ir bien, hasta que unas cinco horas después, una vez hecha la digestión, me empecé a encontrar mal. Estaba claro porque no es la primera vez que me ocurre: había ingerido algo de gluten, y no es nada agradable. Así que si algún celiaco va a comer a este sitio, que se ande con ojo. Me llama la atención que un sitio con cierto reconocimiento y la garantía de calidad turísitca cometa este tipo de errores. Por mi parte se me han quitado las ganas de volver.

Muy bonito y acogedor en el exterior, se come muy muy bien pero... Nos casamos hace 9 meses y no hemos querido volver. Nos dijeron que entrábamos 130, por eso reservamos, pero la semana de la boda a la hora de darles el plano de distribución de los invitados, vimos que a duras penas cabían 118. Ellos siempre cuentan con que te falla gente, a nosotros nos fallaron sólo 6 por un imprevisto de última hora. Nos dio vergüenza ver a la familia y amigos tan apretados, era agobiante. Los camareros cambiaron muchos nombres de sitio y para colmo de la mala suerte tuvo que compartir mantel gente que se llevaba mal. Fui de mesa en mesa dando explicaciones y disculpándome por el mal trago que pasaron. Con lo que habíamos sufrido para distribuirlos. Fuimos muchas veces a comer allí y cuando nos preguntaban qué tal los preparativos también nos decían que no teníamos problema de límite de hora en el baile y que eso era cosa del dj que contratásemos. A última hora, después de quedar con nuestro dj, pagarle, y organizar toda la música, echaron al chico del restaurante cuando fue a ultimar detalles. Era un profesional pero según ellos no permiten que pinche otro DJ que no sea el suyo. Lo que no sabíamos es que eso es ilegal, tú contratas al profesional que quieras. Al no saber, tuvimos que tragar, pedir disculpas al primer DJ y pagar al que nos imponían. Menos mal que este se portó y el baile fue genial. Al final tampoco nos dejaban más de 2 horas de baile, norma del restaurante, decían que los camareros se cansaban si estaban más tiempo. Pues nos hicieron el "favor" de dejarnos 3 horas y pagamos 1500 € de barra libre y mucha gente ni bebió. No sabes ni cuánto sirven, así que pagas y te vas de viaje. Era un sitio especial para nosotros al que solíamos ir, ahora simplemente recomendamos que si piensas en celebrar allí tu boda o que cambies de opinión o que tengas mucho ojo. Suerte.

La verdad es que todo fue estupendo. Estuvimos en la boda de una amiga la semana pasada y muy bien desde el principio, comimos muy bien y luego el baile fue en una carpa al aire libre muy a gusto, porque se agradece no estar en un sitio cerrado lleno de humo de los puros, etc. El sitio precioso, la única pega es que no tiene ascensor, lo digo por la gente mayor, un chico en silla de ruedas que tuvieron que subirle a hombros y por los carritos de los niños.Ah, y el cocktail de cava del principio que parecía agua.

Comida estupenda, gente encantadora y una cosa que no es muy normal pero nos encantó. Cambian la servilleta con cada plato (entrantes, primero, segundo,..) Es buenísimo porque si comes marisco y luego te tienes que limpiar en el postre todo te sabe a marisco. Una idea estupenda y muy poco utilizada ni siquiera en Restaurantes de mucha más categoría. Seguid así, que con los pequeños detalles ganáis grandes clientes. Y el sitio es maravilloso para relajarse después de una semana ajetreada.