Estuvimos en agosto de 2013, 4 mujeres y una nena de 3 años. Ya que el sitio lo merecía nos animamos a pedir una paella. Encargamos la paella y la mesa en una hora en concreto. Aun así tardaron más de una hora en servirnos una horrible paella, la niña muerta de hambre no sacan ni un poco de pan con ali oli sin cobrartelo. A pesar de la demora nos cobran hasta los cafes. Para colmo aunque consumas tienes que pagar por la piscina que legalmente es publica ya que no cumple el margen con la costa. Todos gratis vamos