La calidad era mediocre, pero el precio nos dejó anonadados. Carísimo en relación a lo que era, simple churrasco de cerdo, que lo ponen mucho mejor en cientos de sitios. Tras mucho insistir nos dieron una especie de nota (no factura ni ticket, que era lo que pedíamos), donde se inventaron conceptos y los dividieron entre el número de personas que éramos (5), así, alguna cosa que pidió uno de nosotros, pretendían colarla como "5 raciones". Por comparar, otro día comimos cinco en un restaurante 'de mantel', con un ribera del Duero decente, chuletón de buey y solomillo de vaca, bastante digno, más ensalada, etc, y ¡nos salió bastante más barato que ese churrasco cutrillo con ribeiro de granel! Increíble!