Fui con mi familia a comer estando de vacaciones en xeraco y me sorprendió el arroz con bogavante, muy bueno lo recomiendo al 100% si aprecias la buena comida
Fui con mi familia a comer estando de vacaciones en xeraco y me sorprendió el arroz con bogavante, muy bueno lo recomiendo al 100% si aprecias la buena comida
Nos hicimos el menú de 16€, y estaba genial. Muy recomendable. 3 entrantes, paella, bebida y postre!
Pesimo restaurante en todas las valoraciones posibles, atención, servicio, calidad de la comida y además carísimo en relación calidad-precio. En definitiva, nada recomendable, una lástima la imagen que dan al turismo.
Nada recomendable. Reservamos mesa y tardaron 10min en atendernos. Una vez pedimos, el ""agradable'"" camarero estuvo sudando y secando dicho sudor con los brazos y manos mientras nos servia. Hubo errores en los pedidos, se confundieron en los platos combinados y las pizzas que pedimos estaban crudas. Mientras ibas cenando ibas viendo que el resto de comensales tenían los mismos problemas. A parte, la comida un sabor pésimo por no decir malo, y una atención del camarero sin ganas, nada higuienica (pues sudaba y se limpiaba en sus brazos) y nada agradable. En fin, que si queréis cenar en xeraco, el último sitio que os recomienda es este.
Una mala elección, el servicio pésimo, la atención nula, la comida tarde y fria, la cuenta sin postre ni café. No entiendo como quieren ganarse la vida de esta manera, tendra un final fatal. Lo siento, para no repetir nunca mas.
Nada recomendable. Fuimos en pareja un domingo de verano a cenar un poquito, una pizza y una tapa, porque estábamos hinchados de la paella del domingo. Pero nos salió rana, el buche no lo llenamos y el bolsillo lo vaciamos. Para empezar no vimos mucha celeridad y prestaciones en el servicio, tuvimos que levantarnos a los 10 minutos de esperar para pedir las cartas, tras esto el "simpático" camarero con la PDA de pedidos, que no dominaba, tardó otros 10 minutos en tomar nota. Entre tanto, sin pedirlo, nos sacaron 5 trocitos de pan del día anterior, tostado y ya frio con los típicos cuenquitos de tomate rallado y allioli; preguntamos a que se debía y nos contestó la amable camarera que era por la espera, lo cual entendimos como un detalle de cortesía por el servicio deficiente que se intuía. Tras la espera, acudió el "simpático" camarero (diría que era propietario) a intentar colocarnos el genero que le sobraba (sepia para comer y crema catalana de postre), no nos dejamos convencer y eso hizo que le tuviéramos 5 minutos peleando con la PDA para anotar el escaso pedido de una pizza, un entrante y dos bebidas, ya sospechamos. Al llegar la cuenta, la sorpresa, nos cobraron aquello que no habíamos solicitado (pan y allioli/tomate) y no acabamos pues el pan brillaba por su escasez. Además, 2. 50€ por cuatro diminutas puntas de pan frio que no daban ni para el poquito condimento que añadieron, si fuera 1. 20€ aun me callaría, pero el doble, cuando no fue pedido y no era de un mínimo de calidad hizo que me fuera con cara de tonto por la tomadura de pelo a la que te ves sometido. Reclamamos a la hora de pagar, y nos dijeron que era su norma habitual que nosotros debíamos rechazarlo, cosa que negamos y más con la respuesta que nos dijeron en su momento que te da a entender que va incluido en el gasto de la cena, pero no quisimos entrar en mas, pues no estaba el propietario. Pero, en resumen, tiene un consumo mínimo encubierto que habéis de cubrir, sino mejor que no os sentéis allí, 25€ una pizza, una tapa, dos bebidas y dos cafés, en un lugar de emplazamiento normal y con servicio que deja mucho que desear. Caso aparte la "simpatía" del "propietario" y sus maneras de “estafaturistas”. Reconozco que la pizza estaba buenísima, no me pareció que las haga el. Ojo con los sitios que te quieren imponer lo que has de consumir y pagar. Menos mal, que no me comí la sepia que insistía en servirnos, me esperaba trampita.