Deja bastante que desear. No puedes escoger mesa aunque estén todas vacías. Calidad justa y raciones breves. Ofrecen cava y es vino blanco de la mancha. Te atienden diferentes camareros y en general impertinentes y rozando la mala educación. No hay zona para no fumadores con lo que aunque estés en la terraza con el viento te llega el humo de la mesa de al lado. Carta de postres pobre. La oferta de 2 bebidas y bravas tiene trampa, no es cualquier bebida y las bravas ni se ven, eso sí el plato muy grande. No lo recomiendo y si me preguntan los derivo a otros lugares mucho mejores