Restaurante: Pizzería María Aguiño

Fuimos sin reserva, cenamos de maravilla, todo estaba buenísimo. El trato maravilloso, el cociero nos explico cada plato que nos servían, al igual que la chica que servia la mesa.

Llevo toda mi vida por trabajo y por ocio, viajando y almorzando en todo tipo de restaurantes en medio mundo. Os puedo decir que mi experiencia de ayer día 27 de septiembre de 2015, ha sido la más decepcionante que he tenido en mi vida en un restaurante. Caro, carísimo, tres pizzas y un plato combinado y un par de ensaladas, una de ellas, ofreciendo carpaccio que era jamón de ese que se corta con maquina, cortado al milímetro, 123 euros. La comida, muy mala, sucio, y los servicios ni que contaros. El servicio muy lento, y el camarero, mal encarado (era la única mesa que había un domingo al medio día). Las pizzas para tirarlas, y como os digo sucio y caro. Si queréis tener una experiencia dantesca en restauración y tirar el dinero, no dudéis en ir. Este tipo de negocios deberían de estar un poco más controlados ya no solo a nivel sanitario (le hace falta una manita) sino también a nivel turístico ya que sentirnos engañados es una forma de no fomentar el turismo.