Como cada vez que visitamos este lugar nos sentimos encantados! El servicio excelente y la comida exquisita! En definitiva un lugar especial!
Como cada vez que visitamos este lugar nos sentimos encantados! El servicio excelente y la comida exquisita! En definitiva un lugar especial!
Fenomenal, las vistas de medellín, calidad y presentación de la comida. Tuvieron un despiste y lo soluciono una camarera con mucha clase.
En general muy bien, pero nos quedamos solo comiendo y empezo a llenarse de gente a tomar café y el comedor se convirtio en un gallinero y nos salimos a tomar el café fuera, lo único reseñable
El restaurante en general bastante bien, el lugar es idílico para celebrarlo con tu pareja en la terraza con esas maravillosas vistas, lo que sucedió esa noche es que cayeron unas gotas y tuvimos que entrarnos para adentro, por lo demás todo bien.
Entre 1 y 10, un 1. Impresionante el entorno y las instalaciones. Servicio bueno. Comida malísima. Precio regular. No recomendable
Me ha parecido un poco caro para la comida que fue. Bien para ir a comer por menú del día pero a la carta demasiado abultado el precio final.
El pasado sábado 13/08/11 estuve cenando con mi esposa, por primera vez en este restaurante. Por nuestra experiencia lo consideramos altamente recomendable, tanto en trato y servicio como en los platos. Por cierto no dejéis de probar la selección de postres, ¡una pasada (si te gusta el dulce)!. La reserva la realizamos en el comedor, pero cuando llegamos y vimos las vistas que ofrecía la terraza, no lo dudamos, es precioso el castillo de medellín iluminado por la noche. Como anécdota decir que estuve a un "tris" de elegir otro restaurante, después de leer la experiencia de la familia del año pasado, pero al final me alegro de la elección. ¡Ah! De parte de mi esposa si sois de no mucho comer, los platos son generosos, sin ser desagradables.
El día 18 de agosto de 2009, encargamos por teléfono un arroz con bogavantes y nos dijeron que sin problemas, cuando llegamos nos dijeron que no tenían ningún bogavante y nos enseñaron un vivero de mariscos que sólo tenía agua y una fuente (de dudoso gusto como casi todo lo de allí) y que el arroz tendría que ser de carabineros, estamos de vacaciones, no nos enfademos. Nos trajeron unos platos excesivamente grandes y el mio desportillado, y una gran cazuela de arroz con 14 gambas contadas, o carabineros minúsculos, cosa que no se puede decir de la cuenta, desorbitada para un restaurante normalito tirando para bajo. Mucho nombre, poco estilo, mal comida y mucha cara a la hora de la cuenta.
Tengo una casa en Medellín y como visita obligada, tengo la de ir siempre al Quinto Cecilio. Hay un buen servicio, amistad creada, un lugar con vistas maravillosas y por supuesto, una calidad en el menú difícil de superar.
Tu opinión me ayudó a decidir, gracias pues resultó un acierto total, opinión que suscribe también mi esposa.