opiniones sobre el Restaurante Real Hípica de Griñón

Fuimos a comer en familia dijimos de comer dentro y dijeron que dentro había baile que mejor fuera y la verdad nos comían las moscas, deberían poner algo para que por lo menos no allá tantas es un asco, la próxima vez si no hay sitio dentro me voy.

Mala experiencia, no volveremos. El servicio pésimo. Nos tomamos una cerveza antes de cenar en la terraza de fuera, eramos los únicos y nos pusieron un camarero merodeando alrededor por si nos íbamos sin pagar, a pesar de que avisamos de que íbamos a cenar después. Cuando entramos a cenar el camarero que nos atendió se mostró altivo y poco profesional. Trajo una bandeja enorme con pan y coloco pan a cada uno con pinzas pero una vez en la mesa rectifico la posición del pan con las manos. Una amiga celíaca pidió pan para celíacos y le dijo el camarero que es que habría que hacerlo, ante esa desgana mi amiga renuncio a comer pan. A la hora de pagar mientras echábamos cuentas para pagar, el camarero merodeaba vigilante y descarado alrededor de la mesa sin respetar nuestra intimidad mientras aportábamos cada uno nuestra cantidad. Debió pensar que no llevábamos dinero o algo así. Nos ofendió mucho la actitud en general de los camareros por su desconfianza. Nos hicieron sentir como si fuéramos sospechosos de algo. En fin lamentable. Por cierto el rodaballo aceitoso. En cuanto al precio es bastante caro en relación a la calidad. Existen asadores en griñon mucho mejores donde comer y sitios con más clase como la romanee. La hipica de griñon es un sitio rancio aunque va de pseudopijo donde van los que tienen allí un caballito y luego se quedan a comer. Un sitio con más pretensiones que realidades. Si no eres habitual te miran raro.. Por lo que mejor que se queden allí con sus habituales y yo desde luego me gastare mi dinero en otro sitio donde me hagan sentir agradablemente.

Tremendo. Quieres celebrar una boda ¿y te quieren meter entre los clientes habituales? Te dicen que habrá baile fuera si son capaces de mover a los clientes, pero ¿qué servicio es este? Luego la musica, que nos pondrán un "cassette"... Pésimo. Una vergüenza

Para no volver. Pulpo a la gallega, duro reseco y recalentado. Ensalada, que para ser la de la casa, mediocre. Rodaballo, simplemente plancheado, pasado de punto, exceso de aceite. Postre, ni nos atrevimos. Eso si, el precio de lujo, todo lo anterior más una cerveza, un jerez, agua y dos cafes 80 euros.

Sin duda el mejor restaurante de la zona en cuanto a relación calidad-precio se refiere. El trato que nos dieron fue muy bueno y los niños todo el día entretenidos con el parque exterior y el castillo hinchable que montaron. Muy recomendable.

Se come bien de menú y a buen precio, y a la carta, pues caro como casi todos. El local es muy amplio y espacioso. La pega son los camareros que están observando como si fuesen la gestapo, y asimismo se les ve hacer comentarios sobre lo que ven, lo cual no me parece nada correcto.

16-mayo -2010 celebre la comunión de mi hijo todo salio fenomenal y que decir de la comida, los invitados no se podían mover de lo llenos que estaban (muy bien cocinado). Los niños disfrutaron de lo lindo y sin peligro

Para mi marido y para mi es nuestro restaurante favorito buen servicio, mejor trato y excelente comida. Siempre que podemos o tenemos algo que celebrar no lo dudamos. Espero que siga así siempre.

Mi hija celebró su comunión el 10 de mayo de 2008. Estábamos apenados porque apareció lloviendo y su gran ilusión era montar a caballo. Se portaron fenomenal y nos dijeron que cualquier otro día fuéramos con los niños, que les darían un paseo a caballo y les harían fotos. Los invitados quedaron gratamente sorprendidos, la comida excelente, en su punto. El servicio atentísimo, rápido y eficiente. La animación para los chavales debió de ser estupenda, porque mi otra hija me pide celebrar su comunión en el mismo lugar y un día que llueva también. En resumen: excelente.

Celebré la comunión de mi hija en este estupendo restaurante. El trato fue genial. El servicio fue muy atento y eso que le hicimos trabajar de lo lindo. La comida estuvo espectacular y a un precio moderado. Y de sobremesa estuvimos en su terraza al aire libre tomando algo muy a gusto. Además los niños estuvieron montando a caballo en la hípica colindante.

Sin duda lo recomiendo tanto para celebraciones como para tomar algo en su terraza. Me lleve una muy grata impresión.

Es un restaurante muy bueno y muy bonito y se come de maravilla y el servicio de camareros es genial y todos muy amigables y respetuosos. Eso si el servicio de los domingos en las comidas hay veces que deja de desear pero porque vamos mucha gente a comer y no hay camareros suficientes para dar el servicio que ofrece el restaurante pero por lo demas todo genial. Los metres son buena gente quitando el de la barra que es un poco aspero y muy pelota lo demas esta bastante bien en general me gusta ir a cenar al retaurante cadavez que puedo.