Hacia días que no estaba en un sitio tan agradable, comía bien y me trataban con cariño, el sitio es estupendo, el restaurante un museo, la comida y el precio están muy bien y sobretodo el trato amable y familiar. Y encima conseguimos hhhabitación en más de la planella,habitaciones con cocina. Piscina, y al lado de la montaña. Os lo recomiendo para una pareja, si tenéis dudas pasar a vistar por el restaurante a Ramón y decirle que os lo enseñe.