opiniones sobre el Restaurant Can Pairot

Creo que tendré que pedir el divorcio, pues mi pareja desde que lo conoce, ya no quiere otro sitio. Limpio, generoso, cantidad generosa de platos, el marc todo un crak.

sin duda, uno de los mejores restaurantes de la comarca! Por algo será. Si visitáis la "plana de vic" no podéis marchar sin ir allí. Ofrecen platos cocinados de manera tradicional, como los de antes. El trato personal es muy familiar, los propietarios son muy agradables y de bien seguro que no te faltará de nada. Las instalaciones muy limpias y muy cuidadas, tienen 3 comedores acogedores y terraza exterior, tienen un cercado donde se pueden ver patos, pollos y gansos un gran huerto de cosecha propia. El restaurante es una casa de labrador auténtica, en el centro del pueblo de santa cecília de voltregà, cuando llegas allá conectas con la natura y su simplicidad, un buen lugar para reencontrarte y disfrutar de una buena comida.

Un dels millors restaurants de la comarca, sens dubte, si visiteu la plana de vic no podeu marxar sense hhaber anat can pairot, menjars tradicionals i casolans cuinats de manera tradicional, amb un bon tracte personal i molt familiar, els espáis están molt nets i ben cuidats. El restaurant està situat al vell mig del poble de santa cecília de voltregà, un poble rural i tranquil, bon lloc per perdre's i connectar amb la natura. Recomano fer reserves els caps de setmana, perquè sempre està ple. Uno de los mejores restaurantes de la comarca, sin duda, si visitáis la plana de vic no os podéis marchar sin haber ido a can pairot, comida tradicional y casera cocinados de manera tradicional, con un buen trato personal y muy familiar, los espacios están muy limpios y muy cuidados. El restaurante está situado en el pueblo de santa cecília de voltregà, un pueblo rural y tranquilo, buen lugar para perderse y conectar con la naturaleza. Recomiendo hacer reservas los fines de semana, porque siempre está lleno.

Es la primera vez que voy y me ha sorprendido de forma muy grata la atención de los trabajadores muy buena, el restaurante en general un 10 en limpieza. La comida excelente, las costillas de cerdo a la brasa estaban riquísimas y los pies de cerdo también. Volvere,jejeje

Com els últims 5 anys, hem anat al mercat medieval de vic, som del bages i també com la tradició marca, hem anat a dinar a can pairot, aquest any una mica recelosos ja que uns dels amics que venien no havien vingut mai i han estat mirant a internet i han trobat un comentari que deia que fatal, com que hi anem un cop l'any pensàvem que igual havia canviat de mans ja que deia que tant malament i nosaltres sempre hem estat molt bé i continua sent així el menjar genial una casa de pagès com les d'abans, qualitat i quantitat, haig de dir que les coses no han canviat, ho porta la mateixa família i el menjar boníssim.

Fatal. Este es el resumen. No volveremos. Mal recuerdo. Sensación de haber tirado el dinero. Cronologia: entramos 4 al restaurante ( 2 adultos y 2 niños) a las 12:45 del mediodía. El camarero nos dice que ni hay mesa. Todo reservado. Con un tono de cierta estupidez. Le digo que vale. Y que gracias. Mientras esperamos al niño que estaba viendo una pecera el camarero luego nos sugiere unas mesas al exterior. Dijimos que adelante y nos advierte que hasta las 13:00 no vendran. Siempre con poca gracias son sus comentarios. Nos sentamos y vemos una camarera jovencita que comparte la gracia del compañero vemos que instala unos vasos con un poco de cerveza. Le preguntamos para que es y nos dice que es para un par de avispas. Le pedimos algo para picar que incluye aceitunas y le pedimos si tiene alguna salsita para las mismas. Primero dice que no tienen ninguna salsita y acto seguido dice que lo revisara. Asi se hace!! Al igual que el camarero el no por delante siempre. En fin.... Pedimos la comida. Entre otros, unos canalones, un pollo con patatas y pato con peras. Los canalones no eran malos pero la presentación era desastrosa. En un platito metalico, super pequeños y vacios. Casi sin bechamel y resecos. El pollo estaba crudo. Con sangre dentro incluso. Tuvimos que pedir que lo pasaran otra vez. Y por último el pato hervido (en un plato más pequeño que el propio pato casi) tenia un mosquito incrustado. Pero ya a esas alturas el mosquito era lo de menos. Ni se lo dije a mi mujer para que no montara un pollo. Simplemente lo aparte. A parte de todo lo escrito decir que no había un par de avispas. Había un montón. Todas las mesas estábamos con la servilleta matandolas o intentandolo. En fin un mal rato tremendo. Se me ocurrio preguntar a la camarera jovencita si había matamoscas ( antes de servir ninguna comida) y siguiendo su linea nos dijo que no sin preguntar. Nos fuimos a las 13:30. En media hora habíamos comido. Sin postres. El café en el interior. Estábamos hartos de las avispas. El precio muy por encima de lo ofrecido. Lo siento pero es mi pequeña "vendetta" al servicio del restaurante, la comida y el precio.

Sitio perfecto para reunirse con la familia, excelente trato, comida, buenísima,vamos que volveré otro dia

Hemos ido unas docena de amigos con mesa reservada, un poco recelosos por la primera opinión de los comentarios, todo muy bien, la calidad, de lo mejor, las carnes, pies de cerdo en particular, para chuparse los dedos, el servicio amable y las instalaciones bien, precio ajustado, volveremos!!

Sense cap dubte, no hi tornaré. Servei lent, semblava que portessin els plats enfadats, mala atenció, i apart del preu desmesurat, molt poca quantitat i qualitat. Una molt mala experiència que no li recomano a ningú. L'únic comentari bo, descaradament l'ha escrit el propi restaurant.

Ya no quedan restaurantes que al entrar te recuerden los años de tu niñez en que ibas a comer el domingo con tus padres y abuelos a aquel restaurante en el que te ponías las botas de buena comida de payes: pato, pollo, pan, ensaladas, embutidos.... todo DE PAYES y todo riquisimo. Han pasado los años y no ha cambiado nada por suerte. Decoracion, local, cocina, platos, ambiente..., es un placer dejarte caer por aquí cada vez que quieras sentir fragancias de cocina autentica de la comarca de OSONA y deleitarte con unos buenos embutidos caseros o un pollastre o pato criados en la casa, no faltan nunca en los postres el típico mel i mato o el helado de turrón con ratafia. YA NO QUEDAN RESTAURANTES COMO ESTE, Y QUE DURE MUCHOS AÑOS.