Restaurante: Cap de Creus

Una experiencia expectacular, es el pueblo de dios deleitándonos con su exquisita comida, e aspirando un aire limpio de cara al mar ese mar con esa intensida de color azul y holor salado e incomparable no hay palabras para describir esa sensación vivida e incomparable y ese pueblito de blanco y rojo que hermoso contraste

L'experiència ha estat patètica. Ens han reservat taula per les 4 de la tarda i quan hem arribat hem hagut de fer cua per la taula. Havíem reservat per fora i ens han posat a dins. Estaven absolutament col•lapsats. Han trigat mitja hora a demanar-nos les begudes i hem acabat dinant a dos quarts de sis i perquè ens hem queixat! La taula del nostre costat han marxat enfadats i sense dinar, i amb raó! La taula estaba enganxosa, els lavabos brutíssims i sense paper i el dinar, per fi, fred. L'arròs enganxat i les salses mal servides. Les copes brutes i el servei desastrós, s'anaven passant la pilota de les culpes fins quealgún client cridava. Desastrós!!! Hem pagat 60€ per unes vistes que no hem tingut!!! Per no tornar mai més

No lo rcomiendo en absoluto. Vistas muy buenas pero nada más y para vistas no hace falta el restaurante. Comida de carta con calidad de menú barato. Salí muy disgustado.

No se ni por dónde empezar.. La primera vez que fuí pensé que no volvería jamás, pero quise probar de nuevo para ver si había sido un mal día... Y fue peor... ¿cómo puede ser que todavía siga en manos de las mismas personas con todas las quejas que tiene? Francamente lo que pienso es que ellos son muy conscientes de todo lo que va a ocurrir en el restaurante desde el minuto uno, y están entrenados para dejarse caer tantísima queja durante todo el servicio... Todo falla... Vino caliente, vasos mojados sucios, mesas sucias, lavabos vomitivos, camareros incompetentes y despreocupados absolutamente, arroz pasado... Pero lo peor... La espera... Decían que había dos turnos para reservar... Con eso te lo dicen todo... Con una organización mediocre se podrían atender hasta tres turnos sin problema, pero la dejadez y la desorganización probocan un caos completamente incontrolable... Era una guerra en toda regla entre personal y clientes... Probocaron incluso discusiones entre los mismos clientes... Pues todos teníamos reserva a la misma hora, pero ni habiendo tenido todas las mesas del restaurante vacías habrían podido sentar a la mitad de los que éramos.. Así que para ir distinguiendo a los que se sentaban primero, iban poniendo puntos junto a los que se iban quejando para sentarlos antes... En mi vida había visto algo semejante... Podría estarme horas escribiendo pero espero que sea suficiente para que sirva de advertencia al menos.. El tiempo es oro y este lugar no merece la pena perder tantísimo por una comida carísima y mediocre después de estropear por completo el día...

Bordería en estado puro, nunca me habían tratado tan mal en ningún sitio de manera tan gratuita, aunque sólo entramos a tomarnos un café no puedo opinar sobre la comida porque no comí pero os aseguro que no habrá ocasión, el entorno muy bonito, pero el trato del personal deja mucho que desear, parece que te hacen un favor sirviéndote, desagradables al máximo, en ningún caso soy una persona que espero que me hagan reverencias, pero sí un trato mínimamente agradable.