Muy buen restautante. Reservamos el mismo día, un par de horas antes, y nos estaban esperando. La atención es muy buena, el lugar acogedor y bien arreglado, la carta bastante variada, y el parking propio facilita la comodidad de llegar al lugar. Los platos muy bien preparados, recomendamos la esqueixada de bacallà y las galtas de ternera que fue lo que más nos gustó. Como nos apetecía tomar el café y los postres en la terraza, enseguida nos montaron una segunda mesa fuera... La verdad que la experiencia fue muy buena, lo recomendamos sin lugar a dudas. Ah, al costado del restaurante tienen un museo rural también muy bien cuidado, que recomendamos visitar.