opiniones sobre el Restaurante 5ª Planta

Fiasco total. Mi más profunda queja al restaurante 5 planta, por mantener a una encargada de sala, altanera y prepotente en ese puesto. Pero como ella misma dijo, es la esposa de.... Ella nos hizo la reserva para una mesa de 6 personas a la carta. En el momento de sentarnos, ni carta, ni opciones a diferentes menú, solo 1. Nos quejamos por no haber sido avisados, siempre en tono normal y sin montar ningún escándalo. La primera fue decirnos si queríamos que se pondría a llorar. Horror! Las contestaciones que tuvimos fueron patéticas! Como: "tienen dos opciones comer el menú o marcharse. Bestial! . Todo ello acompañado de "caras" que podría poner unos cuantos adjetivos a todas ellas. A media comida y en plan disculpa nos comunicó que estábamos invitados. No señora! No quiero comida gratis, quiero lo que he pedido y usted me ofreció. Y por supuesto un poquito de humildad cuando usted ha fallado.

Estuvimos cenando toda la familia para celebrar las bodas de oro de mis padres, la verdad que elegimos el lugar idoneo para una celebración de este tipo, la atención muy buena por parte de las camareras, para comer elegimos el menú degustacíon y la verdad que fue un acierto todos los platos con unas buena presentación y muy buen sabor, muchas gracias por el trato y repetiremos seguro.

La experiencia se puede resumir en pocas palabras: decepcionante y tomadura de pelo. Fue el restaurante elegido para celebrar una despedida de trabajo, y tras prometernos el oro y el moro en cuanto a posibles opciones de distribución de mesas, llevar un mes planificándolo, el día elegido nos encontramos que los 39 comensales convocados nos tuvimos que sentar en 4 mesas diferentes bastante alejadas una de otras. Se venden como especialistas en organizar eventos, pero no querían alternar la dinámica de su restaurante y prefirieron engañarnos con promesas de flexibilidad y adaptación a nuestro grupo. Tuvieron la desfachatez de llamarnos el día antes para decirnos que se les había roto una de las mesas largas. Mentira, decidieron dársela a otros comensales. Debo confesar que la comida no estaba mal de sabor, pero pasamos más hambre que en una dieta hipocalórica. Elegimos un menú barato, es cierto, pero por recomendación de la encargada, que sugería que era cantidad de sobra para saciarse. Otra mentira. Dos trozos de bacalao 4x4 cm ¿se consideran una media ración decente? Y ¿qué me dicen del una ínfima ración de cordero? ¿desde cuándo el cordero se sirve en triángulos de tamaño poco más grande que un dorito (1 por cabeza). Pero si hasta un comensal se encontró un pelo en la ensalada. El comentario generalizado fue el mismo, caos, desorganización y mucho hambre. El servicio y la atención muy correcta, y la limpieza también era adecuada, pero esto no harán que volvamos a repetir experiencia. Podrán creerme si les apetece, esta es una crítica muy real. No me considero muy exigente, pero no tolero el engaño. Había comido previamente en este restaurante (3 años antes), pero no lo volveré a repetir nunca más.

Muy buena ubicación, buen servicio y comida bien presentada. Repetire el plan. El ambiente es muy tranquilo y propicia tertulia y conversación relajadas.

Estupenda calidad y trato. Perfecto ademas para celiacos pues tienen en cuenta las posibilidades desde la carta. Un sitio para repetir muchas veces ya sea romántico con amigos o con familia

El trato muy bueno. Que siempre gusta. La comida bien, aunque los menús degustación siempre son una sorpresa y hay gustos para todos. A mí me encanto por ser diferente y no comer lo habitual. Volveré, fijo.

Agradable sitio con un servicio igual de agradable y correcto. La comida sorprendente con raciones más que suficientes. Lo único flojo los postres.

Pros: -buena atención, - decoración ideal - entorno perfecto - rapidez sirviendo los platos. - buena carta de vinos - la comida estaba toda buenísima. Contras: - las pantallas que hay por todo el restaurante, están publicitando continuamente la cartelera del teatro campos, a lo mejor en las comidas entre semana es una buena forma de publicitarse, pero en cenas de fin de semana, sobran. O tv apagadas o dejar algún fondo de pantalla con imágenes del teatro estaría bien. Ver todo el rato carteles muy luminosos con publicidad de las obras que van a actuar, que distraen de la propia cena, cansa. - en mi caso particular, nos avisaron al llegar, que estaban cambiando la carta del menú degustación, y que no era el reservado por internet. Dudo que lo hubieran decidido ese mismo día cambiar el menu.... No hubiese costado nada avisar via mail del cambio de menu, para decidir si nos parecía correcto o no. Imaginad que algún plato tiene algún ingrediente al que el comensal es alérgico. No fue el caso, pero podría ocurrir.