Restaurante: A Cofradía de Rinlo

Peor imposible, arroz tirado a la olla y sin sabor con bogavante duro y pegado al cascarón, las mesas amontónadas y sin sitio para pasar, un girigay espantoso, no se como está lleno de gente la verdad. Hay cosas que no se entiende, espero que cambien o cañaran su propia tumba.

En el local exceso de mesas y un girigay insoportable, el arroz muy mejorable y el bogavante muy duro y raro, todo sin sabor.

El timo de la estampita. Se ha puesto de moda, lo mismo que su próxima playa de las catedrales, y es un bluf. Sitio agradable, servicio más bien malo. Con el restaurante vacío nos tuvieron desde la 20. 45 hasta las 21:35 esperando en la calle con una humedad y un frío respetable. Luego nosotros pedimos de entrada unos percebes. Eran pequeños, cortos y malos. En cualquier sitio con menos nombre nos habrían recomendado que no los pidiésemos. Aquí no, nos los pusieron con todo el morro y nos los cobraron a precio de buenos. Lo demás solo pasable. ¿a qué viene tanta fama?

Marisco, marisco y más marisco, y del bueno, además de un trato agradable y amigo, tiene una buena selección de Albariños de todos los precios, muy aconsejable su arroz caldoso con bogavante y dejarse aconsejar por su personal puesto que es sumamente cualificado y atento.

He ido varias veces, la primera por recomendación de amigos, en época alta si no reservas no entras. Es un restaurante "amigo", sin florituras, pero el arroz caldoso de bogavante es excepcional y el precio es adecuado. Preferible ir cuando no hay aglomeración, entonces te sientes como en tu casa.