La verdad que este restaurante nos impresiono mucho, tanto a los mayores como a los peques. Este restauarante es todo un museo, por sus detalles, sus salones, sus instalaciones... Los más pequeños disfrutaron como locos con las atracciones infantiles (ponis, colchonetas, bicicletas... ) y los mayores disfrutamos con la comida de gran calidad en la materia prima. ¡repetiremos!