Restaurante: Asador Salamanca

Fenomenal, se come estupendo. Jesús hijo es un crak. Atención 10. Relación calidad-precio la adecuada

Comida excelente, trato muy cordial y profesional como pocos hemos encontrado. Cerca del paseo del río. La estancia muy tranquila. El único asador con horno abierto, en león.

Me gustó mucho el cochinillo. Es curioso que lo partan con un plato en lugar de con cuchillo. .

Un sitio cojonudo. Nos pusimos hasta los topes de cochinillo asado, más ensalada, bebidas, crema de orujo y café por 52€. Es un sitio muy recomendable si no te apetece que te tomen el pelo en el restaurante del parador.

Éramos tres parejas que estuvimos alojados en el parador San marcos y nos lo recomendaron los del hotel (es de agradecer, por cierto). No conocía león y quería ir a algún restaurante que no sea el típico restaurante turístico que más que carta tiene baraja. Y vaya si acertaron. La carta sorprende por concisa, pero selecta. Tienen unos pocos entrantes (y aun así, nos costó decidirnos, hasta que vino el camarero. Al final pedimos pimientos, mollejas y cecina). Luego pocas opciones, pero es que no hacen falta. Una ensalada para la conciencia. Y directos a por unos cuartos de cordero (creo que fueron 3). De verdad que me sorprendió que en la carta tuvieran 4 carnes y algún pescado. Vi alguna mesa con unos chuletones en un platarro de barro y los oía hacerse en la propia mesa. Me dio la sensación de que es un negocio familiar y se nota en el trato. Muy agradable y nos dieron un par de sugerencias para visitar, que nos vinieron muy bien. Además, como el restaurante está al lado del parador (por cierto, una zona preciosa de león, en plena ribera de rio) pues pudimos tomarnos el asado con un buen acompañamiento (y dicho sea de paso, también el café ;). Y encima no es caro. Voy a volver a león a no tardar. Me encantó la ciudad y sus parajes. Y cuando vuelva ya tendré planificada un par de visitas a este restaurante. Que pena no saber de alguno parecido en Madrid donde mis experiencias son que, sin excepción, el sablazo va de serie, y luego, el recalentado o la grasuza ya es una ruleta. No soy de escribir estas cosas por internet, pero creo reconozco que a veces también busco este tipo de opiniones, por lo que creo que tengo que aportar mi granito.