Restaurante: Bergamonte

Estaba buscando un restaurante Valenciano auténtico. Pues lo encontré! No solo por la paella genuina Valenciana, sino porque el restaurante está ubicado en una barraca Valenciana. La fideuá también está muy rica. La hacen con fideo fino. La carnes también están ""de categoría internacional"" se pueden acompañar por un buen vino de una bodega bastante bien surtida. El entorno es fantástico: instalaciones de tenis, padel, gimnasio, piscina, parque infantil, etc... "

Este año llevamos a mis hijos al campus de verano donde pueden disfrutar del entorno de padel, tenis, piscina, etc. Del complejo. Antes de comer un paseo por las instalaciones. Al peque le encanta el columpio y la minigranja de animales. Han abierto hace poco una cafetería al lado de la piscina, donde se puede tomar el sol. Las ensaladas entran por los ojos aunque lo que más deseo es el pan horneado con tomate y all i oi, jeje. El arroz al horno así como los arroces son en raciones individuales. Las carnes a la parrilla y al horno como en ningún sitio. Y el rodaballo perfecto. Está todo genial. Si estás en la terracita te tomas un "refresco" y terminas la comida como "un señor" Muy recomendable. Muchas gracias por este verano.

Hace poco fui a Bergamonte, hacía años que no iba porque he estado viviendo en Galicia y la verdad, me sorprendió muy gratamente. Mi marido y yo pedimos unos entrantes: los buñuelitos de bacalao, muy suaves, crujientes y tal y como los recordaba; unas anchoas caseras buenísimas en el mismo estilo de Casa Guillermo; y una ensalada Bergamonte a la crema con salmón que ya conocía y que siempre me ha encantado por su originalidad: Tengo que añadir que han ampliado las ensaladas a 5 tipos diferentes, todas con buenísima pinta y que lógicamente no pude probar(muy originales). De segundo yo tomé arroz al horno, el cual lo siguen haciendo al horno de leña y con su cazuela individual de barro y según la receta más antigua, digno de mención. Mi marido tomó un lomo de merluza salvaje con gambitas salteadas y ajitos con la que quedó impresionado por su presentación y acertada elaboración. El servicio impecable y muy amable, que junto con el entorno del restaurante(una barraca antigua decorada de forma rústicca)hacen que uno se sienta cómodo, como en casa. Lo postres se concentran en una extensa variedad de al menos 15, entre los que destacaría el crepe de helado a la crema de naranja amarga y la sopá valenciana, de elaboración casera.

El servicio del vino es correcto bodega a buena temperatura y utilizan copas de borgoña y decantan si así procede aunque no emplean el sistema del envinado.

Muy buena RCP. Entre 35 y 45 € por persona.
Muy entrañable y recomendable.

Bergamonte,un complejo que durante 31 años ha demostrado sin duda su solera, una opción ideal donde se combina el deporte con la gastrononomía, negocios y niños Ubicado en un club deportivo y rodeado de jardines, una auténtica barraca valenciana es el enclave del restaurante con decoración rústica con chimenea para invierno y una terraza tranquila para el verano.
El pasado mes de agosto acudí con un grupo de amigos y tan sólo tengo que decir lo bien que estuvimos atendidos tanto por el personal(amables y siempre con la sonrisa en la boca) como por la calidad de la cocina que allí ofrecen, tradiconal, pero inmejorable. Dignas de mención son las carnes..(.las mejores de Valencia para mi gusto),sobre todo el buey a brasa de carbón, ya sea chuletón, entrecote o solomillo, le dan un toque magistral al cocinar, sin apenas condimentos, haciendo una cocina sabrosa y natural donde pocas veces ya se encuentran estos sabores dad la gran moda extendida hoy por hoy de la Nouvelle Cuisine.
El esgarraet, los buñuelitos de bacalo y las anchoas caseras, son los platos estrella entre las picaditas, sin olvidar los calamares al romesco, originales y fresquísimos.
Los pescados del día y bien elaborados también destacan en la gran extensión de su carta.
Entre los arroces destacan el arroz al horno hecho a la leña y servido en cazuelas individuales de barro, el arrós en fesols i naps(lástima que sólo lo tengan en invierno..) y el arroz meloso con Bogavante, que es de lo mejorcito que he probado.
La cristalería para los vinos es más que correcta y la vajilla blanca sin pecar de original, sirve como fondo para una decoración de los platos más elaborados como son los dos tipos de Tournedó al foie..iINCREIBLES,( no dejéis de probarlos, sobre todo el que tiene la salsa de trufas naturales).
Los postres muy originales y muchas opciones. Yo destacaría el crep de helado con crama de Naranja amarga y la Sopá valenciana.

Desde aquí la enhorabuena a la familia Sánchez Morant por hacer de este restaurante algo tan acogedor y de tanta calidad