Restaurante: Bernegal

Bernegal. Para mi un hallazgo, un sitio tranquilo un ambiente super acogedor, me encanta la decoración, y muy buena calidad siempre que puedo me doy el capricho de comerme unas gambas y una carne a la piedra regado con un vino, siempre salgo satisfecho de la calidad y del trato, espero poder seguir acudiendo muchos años. Felicidades.

Nos han recomendado unos amigos, porque tiene una terraza para el verano donde cenamos el pasado sábado, aunque pasamos algo de frío. La cocina sencilla pero de calidad. Hemos pagado 126 euros cuatro personas, sinceramente tiene precios muy bajos, sera que la crisis obliga. Con estos precios se puede repetir.

Pues yo quiero decir que probablemente no volvamos nunca más, habiendo otros sitios para comer. La materia prima es muy buena, pero tienen que cuidar otros detalles, como la forma de servir y el tiempo que tardan en hacerlo. (los solomillos, siendo buenos, salieron fríos y menos mal que otros pedimos carne a la piedra y trajeron una plancha para hacerla, así calentamos los solomillos) nosotros estuvimos hace poco y acusaron la falta de personal. Y el que había no está cualificado para atender un sitio con una comida de calidad. Lo de ir de zorro con platos en la mano quedará muy bien para la warner, pero no para un restaurante que "quiere" ser algo más de lo que es por el momento. Un auténtico quiero y no puedo. Por favor: más personal y mejor preparado.

Nosotros celebramos el bautizo de nuestro hijo en junio y, la verdad, salimos encantados con la cena y el trato amable de sus camareros, el mismo jefe de cocina y su mujer.

Ya hemos ido unas cuantas veces y siempre son encantadores. En cuanto a la carta no es muy extensa lo que confiere calidad y frescura a sus productos. Aconsejo probar el arroz caldoso con carabineros y almejas... delicioso; las croquetillas de jamón ibérico, sus carnes y sobretodo su merluza; de postre el membrillo con queso...riquísimo.

Tienen para el fin de semana un menú especial muy ajustado en precio que puede ser siempre una buena opción a la carta.

En fin, un lugar familiar, decoración sencilla, buena cocina y muy buen trato y servicio.

Hace pocos meses que lo conocimos y no somos hemos celebrado el bautizo de nuestra hija allí, sino que además solemos ir cada vez que tenemos oportunidad.

La comida esta muy buena y el trato tanto de los camareros como del propio jefe del restaurante es estupendo.

Os invito a que os acerquéis a degustar sus croquetillas están buenísimas.

Creo que sus productos son de muy buena calidad y la relación calidad-precio no es desorbitada.