Restaurante: Blanco

Muy bueno, la primera impresión fue muy agradable y la señora teresa cocina muy bien. El pescado que comí rape muy bueno, las tartas de santiago elaboradas por ella buenísimas, el aseo limpio y la gente acogedora y servicial tiene unas vistas únicas a la mar con zona de terraza pegada a un zona de parque para los niños. El paseo agradable aunque soplaba el aire fresco de la ría pero que repetiré ya que no pude quedarme más tiempo. Me llevo un grato recuerdo y me faltaron muchas cosas por visitar. Volveré ya que además del trato, la calidad del producto y precio me pareció muy bien.

La verdad es que da gusto cuando te encuentras con restaurantes como este con ese trato tan de casa y en un entorno tan tranquilo lejos del bullicio y donde darse el gusto de degustar una buenísima mariscada y sin prisas y digo sin prisas no por que el servicio sea lento, sino porque la calidad y la abundancia de sus platos así lo exige y después relajar la comida con unos cafés y varias copas de orujo y licores caseros escuchando a los vecinos pescadores de ese barrio tan singular de o grove de sus costumbres, de la pesca en la ria, etc.., que por cierto no han hecho sentir como a uno mas, eso no tiene precio. Sin duda volveré de eso estoy seguro. Deciros que de los 7 días que hemos estado este agosto en o grove 5 hemos comido o cenado allí. Gracias teresa por esas manos que tienes para la cocina y a diego por ese trato tan cercano y esas nécoras que cada día nos esperaban para acompañar a nuestros albariños mañaneros.

Buena calidad de los pescados y mariscos que te ofrecen, trato muy personal y familiar, servicio sin grandes pretensiones´, pero muy agradable. Nada de lujos, pero en su punto como corresponde a la zona en la que se ubica. Recomendable su visita.