Restaurante: la Brisa

Durante años ha sido uno de los restaurantes a los que he acudido con la familia y amigos. Pero ya han sido dos veces en las que he sentido que me tomaban el pelo. Una de ellas me cobran cosas que no he pedido y la última ha sido muy fuerte. Llamar para reservar mesa con arroz seco de bogavante con antelación y que se equivoquen y nos traigan algo que no hemos pedido. El problema no ha sido ese sino que, pensándose que somos tontos reutilizan el arroz caldoso y hacen uno seco con ese ¿cómo estaba? Pastoso que parecía papilla. Una hora para que nos traigan un arroz que hemos pedido y encima te hacen sentir mal por no comerte algo que era incomible. Y encima al comentarlo con el encargado, nos dice que nos traen lo que hemos pedido y, finalmente nos traen uno de marisco quemado con las piezas de bogavante. Eso sí, nos cobran el de bogavante que es más caro!!!! ¡una decepción!

No recomiendo este restaurante por el servicio en concreto una camarera mal educada, no sabe ni poner una mesa, con un trato pésimo a los clientes, mal hablada. Nos saco la comida fría porque no se aclaraba. En concreto es una pena que tengan a gente así para atender y trabajar de cara al publico. Si los responsables del restaurante desean conocer el motivo de mi enfado no tengo inconveniente en dar nombres

Ayer, 2 de agosto de 2014 estuve en el restaurante “la brisa” en la playa de pinedo. Eramos 7. Creo que nunca me habían servido peor, tarde y mal. Fui por agasajar a mi familia que venía de fuera y quedé como la chata, no se me ocurrirá volver a ir nunca. Pedimos un aperitivo y era todo recalentado pero mal, unas clóchinas de Valencia que están tan ricas consiguieron que no se pudieran comer, las patatas bravas horrendas, se notaba que las habían recalentado y no te quiero decir de las puntillas, lo único que estaba recién hecho los calamares y ya sabemos que son congelados. Teníamos una paella encargada desde principio de semana. Nos llegó a la mesa tarde y fría, fría total y encima se empeñaron en ponérnosla en la mesa, les dijimos que queríamos comer en plato pero no hubo forma y entonces tuvimos que comer algunos de nosotros con los platos en las manos, pues no cabía todo en la mesa, vamos un desastre. La ensalada llegó pero no nos llegaba nunca el aceite, el vinagre y la sal, así es que tuve que levantarme a por ello. Los postres, no estuvieron mal porque eran helados de “nestle” y luego llegó la dolorosa, después de todo este desastre el precio fue infame y digo infame porque no es que fuera caro, salimos a 30 € cada uno, pero con este servicio no me puedes creer este precio. No os lo recomiendo, es más, yo ya no vuelvo, una y no más.

Me encanta este restaurante, e ido muchas veces unas veces te sirven mejor y otras peor.. Pero se entiende y más si tienen mucha faena, yo soy de ir a mucho restaurantes a comer y tal y os puedo asegurar que este es de los mejores que he estado la comida buenísima las paellas y todo perfecto no las e comido mejor nunca, lo recomiendo muchísimo, es un poco caro pero merece la pena gastarse el dinero! Un saludo!

El entorno, maravilloso, cara al mar mediterráneo. El servicio mejor que correcto; nos toco un camarero, llamado Antonio, de sevilla, ole, el agrado, rapidez y correcion. La comida, extraordinaria, entrante : clochinas y puntilla ( de la mejor que he comido, y se de los que hablo, pues he vivido en Málaga 12 años y se de frituras), después un arroz a banda, que me lo juego, con los mejores de la comunidad. Postre : flan de calabaza y café. Total 49,-- euros 2 personas. Cogí, tarjeta pues seguro que vuelvo.