Restaurante: Caney

No había ido nunca aunque soy de santiago, siempre creí que era muy caro. Pero tras consultar en web, y por consejo de unos amigos, fuimos a cenar. Las instalaciones son un poco anticuadas aunque en muy buen estado, las mesas están un poco desangeladas, necesitan mejor mantelería y mejorar la vajilla, porque no está al nivel ni del servicio ni de la excelente cocina, aunque en general, el ambiente es muy acogedor y agradable. Inmejorable relación calidad-precio, producto inmejorable (soy cocinero y sé distinguir el buen producto), excelente técnica y puntos de cocción, presentaciones discretas y elegantes, con el producto siempre de protagonista, la cocina tiene un gran nivel, de lo mejor que conozco en santiago. Son muy dinámicos, hacen jornadas gastronómicas a menudo y por lo que me cuentan, con mucho nivel de calidad. Lo comprobaré en las próximas. Buen servicio y excelente trato, nos sentimos realmente cómodos aunque había bastante gente y los camareros estaban un poco atareados. Totalmente recomendable, puesto que tienen platos desde 4-5€ (tostas), hasta cocina de muchísimo nivel a precios realmente contenidos. Sin duda, volveremos y recomendaremos el local.

Fuimos por recomendación de unos amigos que son clientes. Instalaciones un poco desfasadas, pero impresionante comida, buen servicio y profesionalidad absoluta. Tremenda focaccia de boletos con ibérico, pescados en un punto exacto, platos calientes y postres de auténtico lujo, un plátano y piña guisados con crumble de concurso. No entiendo que mucha gente hable de este sitio como elitista y caro, comimos mejor que en algún estrellado y a mucho mejor precio. Tienen menú de niños y parking en la planta de abajo, con lo que la comodidad es total. Volveremos sin duda.