Restaurante: Carnivor

Reservamos con 3 semanas de antelación y, a petición del maitre, envíamos por mail los segundos platos y los postres de los 14 comensales 15 días antes. Aún y así, el día de la comida (26/12/14, 14,30 h), en un reservado frío hasta que encendieron la estufa, esperamos casi una hora y cuarto hasta que nos sirvieron el pica-pica "carnivor", compuesto de 3 platos fríos diferentes para compartir, que decepcionó por su escasez. A las 16,15 horas, y después de quejarnos educadamente por la demora, empezaron a llegar los segundos platos de manera escalonada, de forma que en ningún momento conseguimos comer al mismo tiempo los 14 comensales. Los tres comensales que pidieron la carne de wagyu (35 €) la dejaron en el plato dada su dureza, mientras que el resto comió resignadamente su entrecot, flete o pulpo, que tampoco destacaron por su exquisitez. El maitre se ofreció a cambiar la carne de wagyu por otro segundo plato, pero a las 5 de la tarde y tal como iban las cosas, ya no teníamos demasiado apetito. El pan que pedimos no llegó ni a la hora de los postres, que quizás fue lo mejor de la comida. Los cafés también tuvieron su correspondiente demora, de manera que salimos del restaurante a las 6 de la tarde, no por la sobremesa, sino por los diferentes retrasos acumulados. El camarero, que aguantó estoicamente nuestras quejas con cierta pasividad, reconoció que nuestra situación se solía repetir con demasíada frecuencia por la limitaciones de la cocina. Finalmente, pagamos 556 € (afortunadamente no nos cobraron la carne de wagyu), por una comida más bien mediocre y con un servicio deficiente, en un restaurante que proclama su exclusividad y se jacta de servir la famosa carne de wagyu y el entrecot "black angus", entre otras delicatessen. Probablemente, si hubiéramos sido periodistas de una cadena de tv y hubiéramos estado en el reservado adyacente, las demoras hubieran sido mínimas. En resumen, relación calidad-precio nefasta, servicio más que deficiente, comida mediocre y falta de profesionalidad flagrante por parte del maitre, que simplemente se limitó a pedir disculpas sin, ni tan sólo, darnos alguna explicación creíble. Realmente lamentable.

Cuando llegué tuve una sensación estupenda de estar en mitad de la montaña, tranquilidad, lujo, confort, el canto de los pájaros.. Comimos dentro y comimos un excelente menú con 4 entrantes para pica y un perfecto entrecot de buey de Soria, exquisito. Lo recomiendo, el menú de lo mejor que he probado y gran relación calidad precio, no quería dejar de banda el perfecto servicio ofrecido, decir también la carta de vinos de la son perfecta, nos decantaron un Turo de les Abelles, impresionante os lo recomiendo mucho

Ya tiene menú degustación, muy correcto, buena comida, bien cocina, con un toque de modernidad, manteniendo la cocina clásica, en un entorno tranquilo, lo recomiendo

Restaurante con una decoración y entorno inmejorables, a mi entender falta un menú.. También para los sábados al mediodía. Su servicio agradable atento y jovial. Lo tiene todo para ser un restaurante de referencia en la comarca.