Restaurante: la Cisa

Terrorífico, el restaurante estaba semi vacio. Tras ser atendidos por la dueña la cual nos hablaba de mala manera y bruscamente, tuvimos que esperar dos horas para un par de ensaladas. El camarero nos dijo que iban a tope. ¿me toma el pelo verdad? Solo faltaban las bolas de pelusa del oeste mostrando que no había nadie. Cuando por fin llegaron los segundo, mi pata de pollo estaba sangrando como si no hubiera un mañana... Jamás jamás volveremos.

Trato muy desagradable, lentos no lo siguiente!!, 45 minutos para traer un plato de mejillones y unos chipirones medio crudos y con una ración "sospechosamente" más pequeña que al resto, total que el 2º plato ya no lo quisimos pues ya nos íbamos para una hora, un auténtico desastre esta gente, camarero soso y "chef" muy borde y seca, y digo chef por ser respetusoso. Que a nadie se le ocurra poner los pies allí, lo mejor la vista lo peor, todo lo demas´!!, lentos, caros y muy desagradables....

Instalaciones acogedoras, ambiente familiar, extensa carta donde destacan los platos típicos de la casa. Buena carta de vinos y a destacar el trato agradable que dispensa el personal. Todo rodeado por un paisaje donde prevalece la vegetación, proporcionando al local otro atractivo añadido. Para quedar bien con amigos y familiares.

Buscábamos un lugar tranquilo en el que poder reunirnos la familia, el lugar maravilloso, con unas vistas espectaculares y espacio para los críos, la comida y la atención recibida muy bien, salimos realmente contentos en todos los sentidos. Calidad / precio fantástico. Sin duda volveremos

Situado en un enclave ideal y con unas vistas inigualables, descubres un lugar donde comer se hace un placer:especial mención haré de las patatas "a la cisa", del calamar rebozado y de una más que abundante y exquisita paella, (sólo igualable a la que una servidora hace en casa ). Excelente servicio, de un trato y ambiente familiar. Vamos, en definitiva un placer para los sentidos y 100x100 recomendable sin lugar a dudas!!!