Restaurante: Druida

Fuimos a celebrar nuestro aniversario mi marido y yo. El trato que recibimos fue exquisito igual que los platos que degustamos. Desde nuestra visita, recomiendo a mis amistades que lo visiten y se den un capricho. Tubo un detalle con nosotros fabuloso, mi hijo fue al restaurante sin saberlo nosotros y nos dejaron en la mesa una carta que nos habían escrito, el sr infante, se acercó a nuestra mesa a felicitarnos y nos obsequió con unos licores. Gracias por todo

El trato y el servicio absolutamente nefastos. Le hicimos un regalo de una oferta por internet a dos personas y les trataron como si les debieran algo. El servicio fue prepotente y clasista.

Entrar en el druida fue una experiencia inigualable. La atención personalizada y llena de un aura maravillosa. Hizo de la estadía allí algo mágico y fuera de serie. El comer cada uno de sus creaciones fue un viaje exquisito para el paladar, la sutilezas de lo condimentos en perfecto equilibrio, es como una alquimia solo conseguido por un perfecto druida. Y que decir de los maravillosos postres que solo podrían ser hechos por unas manos exquisitas llenas de sutileza y encanto en sus creaciones para un paladar exigente y en busca de una maravillosa aventura los sentidos. Los vinos aconsejados por el chef nos hacen resaltar más su maravillosa alquimia en la degustación de cada plato. El elixir invitado es una experiencia algo totalmente diferente y maravillosa. Para mi visitar Barcelona será una necesidad imperiosa de volver a revivir este maravilloso viaje a la degustación en el druida.

Hace ahora aproximadamente un año empecé a ir al restaurante druida, aún viviendo en el barrio y sintiendo la curiosidad de entrar nunca me aventuré a ir, hasta que un día lo hice en compañía de mi pareja y la verdad no pude haber hecho mejor elección.

Llevo un año visitando el local y aunque no es económico en absoluto, no puedo dejar de ir una vez al mes si el bolsillo lo permite.

Me encanta pedir el menú degustación y hasta la fecha no se dio el caso de repetir un solo plato.. describirlo.. no se puede... Valorarlo... Tampoco... Puntuarlo...menos. Sólo hay una palabra...IMPRESIONANTE, desde el trato del Sr.Infante y su mujer Sra. Ana que les hará delicias con los postres dignas del mejor olimpo, ellos dos como personas, el ambiente que se respira en el local, las 4 o 5 fiestas que montan al año para los clientes, todo ello hace que sea un lugar para visitarlo aunque sólo sea una vez en la vida... Pero corren un grave peligro...VOLVER, si se lo aseguro volverán y repetirán y lo aconsejaran...

Lo siento ser quizás tan defensor de su estilo, pero mucho mas alla de las estrellas de la guia michelin, menciones, condecoraciones etc... Están las personas y créanme si les digo que son especiales en todos los sentidos.

Antonio, Ana.. Si por aquellas casualidades de la vida (que las hay) leeis estas lienas mias os mando un abrazo y un beso.
vuestros clientes y amigos

Carlos y Obdulia