Restaurante: Fuente Chica

Estuvimos comiendo el domingo 6 de febrero toda la familia. Hemos ido muchas veces ya que veraneamos por la zona. La verdad es uno de mis restaurantes preferidos. Es un sitio muy acogedor, decorado al estilo de los clásicos mesones castellanos de siempre, ya saben: chimenea de verdad, no decorativa, lo que se agradece en los días de duro invierno, motivos de caza colgando de las paredes (destacando una cabeza de jabali situada sobre la chimenea), etc. La comida es casera y predomina el tipo castellano-manchego por la cercanía del restaurante a esta comunidad autónoma. A destacar platos típicamente manchegos como el ajoarriero, el morteruelo (uno de los mejores que he probado nunca) o el gazpacho manchego. Así como otros como su excelente rabo de toro, su rotunda paletilla de cordero, sus tiernos solomillos de ternera o su maestría para preparar piezas de caza(sensacional su perdiz a la cazadora). Capítulo aparte merecen sus postres, todos caseros, destacando su excelente flan de higos o la sensacional tarta de chocolate. En cuanto a los vinos son todos de la denominación utiel-requena en la que se encuentra ubicado el restaurante y la verdad es que hay caldos que no desmerecen en nada a un rioja o un ribera pues su calidad es muy alta. El trato de los dueños es de lo más cordial y amigable. La relación calidad-precio más que aconsejable. En definitiva, se trata de un sitio de obligada visita para todo aquel que no lo conozca.