Soy del barrio y hace muchos años que voy a este japonés. La decoración no ha variado, pero tampoco su calidad ni sus buenos precios. Comparándolo con otros restaurantes japoneses en los que he estado me quedo con el mío "de toda la vida", exceptuando si vas a los tres o cuatro realmente buenos de Barcelona. El servicio también es bueno, y en mi caso, personalizado después de tanto tiempo!