Restaurante: Kansas

Timadores. Nos hemos pedido mi pareja y yo la copa más cara que tenían (12e la copa en copa de martini), que era de ginebra y varios zumos de frutas. La presentación tal como aparece en la fotografía del menú, pero al probarlo el 70% de la copa era hielo, y el resto era zumo de fruta aguado. Nada de alcohol. Al quejarnos, nos dicen que ese precio es por la ginebra que es premium, pese a no haber ni siquiera notado el sabor ni de ginebra ni de alcohol, y nos mandan irnos del restaurante y que si no nos gustaba que nos fueramos a otro sitio. Realmente pésimo. No volveremos.

Este domingo estuve con mi familia comiendo, la verdad es que fue una experiencia nefasta. Precios exagerados (ensalada minúscula 10€)desde mi punto de vista vergonzoso. Yo pedí sepia a la plancha 13€, dos sepias, la primera correcta pero, cuando prove un trozo de la segunda, estaba en mal estado!!!!! Se la devolví al camarero y me dijo que lo había comentado en la cocina y que si quería otra, por supuesto le dije que no. Pedimos la cuenta y después de media hora de espera, sorpresa, me habían cobrado la sepia, el plato completo. Lógicamente totalmente indignado exigí que como mínimo me cobrasen la mitad, ya que no me la había comido entera y así fue solo me cobraron la mitad, algo que encuentro vergonzoso ya que me sirvieron un producto en mal estado y eso es de juzgado, ya que considero que es un tema sumamente peligroso para la salud. También después de repasar otra vez la factura detectamos que nos cobraban un litro de agua en vez de 1/2 litro como habíamos pedido. Se lo decimos al camarero y cuando nos la devuelve, nos la tira a la mesa alegando que tiene mucho trabajo y con bastante mal tono. Por cierto el café es aguachirri, no separan en la terraza fumadores de no fumadores, así que mis hijos menores de edad estuvieron, durante una hora y media tragándose el humo de los fumadores irrespetuosos que teníamos a cada lado de la mesa. Y algo incomprensible a estas alturas, no aceptan tarjetas de crédito........

No se dejen engañar por la publicidad. Es carísimo y por poner un ejemplo del servicio, el camarero de la noche del pasado sábado 25/06/2011, demostró muy mala educación enfrentándose a la clientela cuando demuestras tu sorpresa por lo abusivo del precio. Vasos en mal estado, cerveza a 2,75€, aceitunas a 4€... ustedes mismos.