Es un restaurante bonito pero es simple. Enclavado en una zona espectacular de el interior de la provincia de Alicante, es una lástima que este descuidado por fuera, tiene una carpa que más bien parece un trozo de plástico sucio y estropeado, deberían cuidar un poco más el aspecto del entorno, pues es muy importante. Solía venir más años atrás he vuelto y parece que todo haya cambiado, y cuando alguien se acostumbra a algo que le gusta y se lo cambian ya no se siente cómodo. La carta de entrantes es corta y monótona, los platos de cuchara, que en esta zona abunda, son escasos, arroz caldoso de conejo, de fácil elaboración y olleta, con alubias de bote. Arrozes sólo disponen de cuatro variedades, todas muy similares. Hay carne a la brasa y pescado del día. Los postres escasos y nada elaborados, y su postre estrella, llamado rosegons, son láminas de helado de un corte de barra dejados caer encima de un bizcocho, nada elaborado. La carta de vinos corta, destacando los vinos rioja y Duero, todos muy clásicos y de muy poco gusto, hay vinos mejores. Una lástima que el gerente no asome de vez en cuando por el salón y la señora que sirve es muy agradable y simpática, pero debería retirarse porque es de avanzada edad. He descubierto sitios mejores y más recomendables en la zona. La relación calidad-precio es bastante ajustada. Todo esto es una crítica gastronómica personal, que no tiene porque ser verídica e influenciable, ya que cada cual tiene sus propios gustos, pero yo personalmente no lo recomiendo. Un saludo!
La verdad discrepo bastante de tu opinión. Justo he ido hace un par de semanas al restaurante, al que acudo cada vez que puedo desde Valencia, es una escapada de una hora que realmente vale la pena. Me fijé justo porqué tenían por lo menos 12 entrantes diferentes, muchos de ellos con productos de la huerta. De los 4 arroces como comentas, no me parecen pocos para ser un restaurante de interior y el arroz de pulpo y alcachofas estaba delicioso. De las carnes más de 7 variedades de diferentes países de todo el mundo, mi marido se comió un entrecot americano a la brasa que estaba increíble. Los postres todos caseros, como siempre remarca la agradable señora que te atiende, simplemente espectaculares, el pastel de higos y turrón y la manzana rellena, vamos de lo mejor que he probado nunca. Para mi calidad/precio de los mejores restaurantes de la comunidad. Un saludo