Entrantes: puntilla inmejorable. Gambas y cigalas normalitas ( si, es difícil competir con las de mi suegra). Pimientos del poquillo de lo mejor que he probado en mi vida. Y nunca he sido fan. Carnes y pescados: fui el único que la pedí poco hecha y se equivocaron. Le tocó la mia a mi mujer. Un pequeño error. Probé el solomillo de mi mujer y la carne ea bu -e -nisima. La ventresca de mi amigo estaba muy hecha cuando la prometieron rosa. Único fallo. Postres caseros muy recomendables. Vino : fueron dos botellas. Una de muga que ni fu ni fa y sobrevalorado y otra de pago de los balagueses, buenísimo. Al final chupito gratis. El pan lo sacan recién hecho (o por lo menos calentito). 4 personas satisfechas por 260 euros. Yo lo recomiendo. Trato muy profesional. Te explican cada plato y no te sueltan la carta para que mueras ahogado en dudas.