Pues yo fui el verano pasado en agosto, era eso de las 9 y algo de la noche me sente en la terraza a tomarme u refresquito,(mi plan no era cenar alli) pero te entra el hambre, ves los platos que están sirviendo..., ese olor que ricooooooooo... En fin que le preguntamos al camarero tímidamente si tenían mesa para dos, puesto que eso estaba petado, En un momentito nos puso una mesa. Pedimos un arroz con lubrigante que pa que contarte. El servicio genial la comida genial calidad precio genial y me lo pase genial