Restaurante: Meson Casa Diego

Estuvimos de paso este verano mi marido y yo con una niña de 3 años. La niña se cansó de estar en la mesa (como creo que es normal en esa edad) y se sentó en el suelo (sin separarse de la mesa ni molestar a nadie) para jugar con sus cosas. Lo cierto es que la mala cara y la antipatía se respiró desde que entramos, pero nos marchamos sin terminar el postre al decirme de mala manera y con muy poca educación que la niña tenía que estar sentada en la mesa. Le dije que si no quería niños que pusiera un cartel en la puerta.

Nunca me había pasado antes en ningún lugar, y más con una niña tan tranquila y poco conflictiva como es mi hija.

Hubiera deseado un poco de profesionalidad a la hora de indicar que la niña les estorbaba (sinceramente no lo creo), porque con una sonrisa o simplemente con educación las cosas se ven de otra manera.

Entiendo que un profesional de la hostelería, no se trata de una persona que pone platos en la mesa, sino que hace que tu comida sea un momento agradable, que eso también lo pagamos en la fra.