Restaurante: Miguel Angel

Aunque ya había comido en anteriores ocasiones por motivos de trabajo, esta vez fui en pareja de vuelta de vacaciones con una experiencia pésima. Llegamos a las 16'15h y preguntamos si aún podíamos comer (había muchas mesas aún comiendo). Uno de los camareros nos dijo que pasáramos y eso hicimos. Comimos en apenas 30m, pero al ver que recogían, amablemente le dijimos al sr. (supuestamente Miguel ángel) que tomábamos el café fuera (incluido en el menú), a lo que nos respondió de muy malas formás que solo faltaba!, que o sabía que hacíamos sentados allí cuando nos vio y que él no nos hubiese dejado pasar. Alucinante!!! Semejante muestra de cabestro (4. M. Coloq. Esp. Persona torpe o ruda, según la real academia de la lengua) no me la había encontrado ni en el peor de los sitios. Maleducado al máximo. Señor, si no quiere gente a partir de una hora comuníquelo fuera y cierre la puerta, e informe a sus empleados del horario. Eso sí, además cuando les eche broncas a la antigua usanza, hágalo en privado, no descalificándolos en público. Estamos en el s. Xxi señor, actualícese, por que además la comida no era mala era pésima (ensaladilla rusa saladísima, incomible y un codillo crudo hecho de cualquier forma por 24€). Nos pasa por encima querer hacer un favor y no molestar. Gracias a dios conozco mucha gente que frecuenta este sitio y que quedará informadísima de esto. Que pase un buen verano y tómese un antiácido.

Restaurante con una cocina lejos de imaginar en carretera. Dueño y camareros especialmente atentos. Comida de gran calidad y con una imaginación desbordante ( impensable en carretera), y además con sensibilidad especial hacia nuestra mascota "chato" ( bulldog francés) que hace menos ruido que un humano, pero que no está aceptado a nivel general. Muchas gracias, hemos comido de maravilla. Seguid así

Que bien comimos¡ la materia prima de primera y la cocina excelente¡ excelente!!!!!!!!!!!! Volvemos fijo!!!!!!

Soy de Asturias, pare una vez por casualidad y ahora cada vez que voy con mi mujer e hijo de visita familiar a Madrid no falto a la cita, es increíble que un restaurante tan pero que tan bueno no sea más conocido, es buenísimo y con una carta digna de cualquier restaurante de renombre lo recomiendo ciegamente, me lo váis a agradecer.

Quería agradecer públicamente a la gente de este restaurante y especialmente a Miguel ángel su gerente, por portarse tan bien, por un pequeño descuido que tuve en mi paso por allí. El día 24 de diciembre en nuestra vuelta de a Galicia, paramos en el restaurante para desayunar y todo muy bien, trato agradable y buen producto. Y al marcharnos dejamos por descuido el bolso, con todas las cosas importantes del viaje; cámara, dinero, móvil, etc... Me di cuenta del olvido al llegar a casa, he inmediatamente llame a mi móvil y me contesto Miguel ángel que muy amablemente me dijo que no me preocupara. Resumiendo al bolso llego a mi sano y salvo y gracias a gente honesto que aun existen en esta sociedad. Mil gracias.