Restaurante: Oasis

La comida y el trato exquisitos, estoy deseando volver, se lo recomiendo a todo el que quiera probar algo diferente, la cocina inmejorable y las pastas y el té excelentes

Estuvimos en el oasis el domingo 21 de abril. Alentados por estas opiniones reservamos mesa para las 15:00 horas. La decoración no existe y lo poco que hay es pésimo, al gusto de un bar de camioneros de cualquier carretera nacional. Nos dieron una mesa alejada de las ventanas, que por el paisaje, son lo único reseñable del lugar. El mantel estaba sucio y arrugado, al igual que las servilletas. Al cabo de unos 15 minutos nos atendieron y nos trajeron una cerveza, que estaba bien y una botella de agua caliente. Elegimos los platos: arroz picante (resultó ser un simple arroz con tomate abierto y pasado), ensalada de berenjenas (que consistía en una sola berenjena encurtida, en una pieza), pinchitos (recalentados y secos. Los peores de ceuta) y pollo a la rifeña (que estaba bueno, pero los garbanzos que lo acompañaban estaban duros como balines). Nos trajeron las aceitunas y un paté al mismo tiempo que los platos, por lo que la espera de la comanda la amenizamos con el agua caliente y la cerveza. Si las anteriores opiniones son ciertas, lo único que ha podido ocurrir es que hayan perdido al cocinero y se haya puesto a cocinar el aparcacoches. En cuanto al local, desprovisto de gusto ni encanto, tiene bonitas vistas que solo pueden disfrutar las mesas de diez comensales que están junto a las ventanas. Nos sirvieron un té como postre, que estaba bueno, aunque nos llegó en su mitad derramado por la bandeja y no nos sirvieron vaclavas ni pastas. Un desastre que no puedo recomendar a quien tenga gusto.

La comida es muy buena, los precios son normales, el local es muy bonito, pero el servicio es lentísimo, os cuento mi experiencia: domingo, llegamos tres familias a la vez, todos teníamos reserva de mesa, en la mía eramos cinco comensales, pues bien el primer camarero se acercó exactamente a los 35 minutos de estar sentados, el primer plato llega a la mesa después de 1 hora y 8 minutos, fuimos los últimos en salir del local, le pido al "encargado" que por favor se den prisa y me da unas excusas "peregrinas", en fin, que no vuelvo ni amarrado.

Conocimos este restaurante, porque estando de vacaciones paseando por el monte hacho, conocimos a una pareja muy amable de ceutíes y nos lo recomendaron. Casualmente eran familia de los propietarios. Es un restaurante con una decoración muy cuidada, al estilo árabe, una cocina excelente y una amabilidad exquisita. Recomendamos la ensalada de naranja, el cuscús con cordero y muy especialmente el té con hierbabuena y pastas. No os digo más. Probadlo si vais por esa tierra española.

Conocí este restaurante durante mi estancia en Ceuta para cumplir el servicio militar (¡Qué suerte tienen los jóvenes de ahora de no tener que pasar por esa experiencia!) De los pocos buenos recuerdos que me llevé de aquellos días, sobresale el placer de comer en el restaurante El Oasis, cosa que hice cerca de una veintena de veces.

Mi tío Enrique apenas me había iniciado anteriormente en los sabores de la cocina árabe (mi tío era un gran amigo del Sáhara y fue el último civil en abandonar el Sahara español cuando se dejaron aquellas tierras). En el Oasis, que ofrece cocina marroquí, acogí con agrado los contrastes de sabores, como la incorporación de la canela a la carne de cordero o de pollo, la ensalada de naranja, las brochetas de kefta muy especiadas. Y para terminar, el té con hierbabuena y dulces árabes.

Tras 18 años tuve la oportunidad de regresar a este restaurante, fue en la primavera de 2007. Me agradó comprobar que la calidad de los platos se mantenía inalterable. Me acompañaban unos amigos de Algeciras que desde entonces tienen este restaurante como uno de sus favoritos y además han enviado allí a muchos familiares y amigos. Por tanto, es un lugar que recomiendo visitar a todo aquel que tenga la oportunidad de acercarse a aquellas tierras africanas.