Restaurante: Pequeña Isla

Hola a todos!! Este es para mi sin duda el mejor restaurante de la isla, al menos en lo que se refiere a cocina tradicional de la isla partiendo de productos frescos. Llevo más de 10 años viajando de vacaciones a Formentera al menos 2 veces por año y después de haber comido en la mayoría de los restaurantes de la isla, este nunca me ha defraudado y últimamente voy al menos una vez en cada viaje. Tiene varios salones/terrazas con distintos ambientes (romántico o para familias) y el servicio es inmejorable. Me encanta la cocina, que lejos de quedarse anclados en éxitos seguros siguen innovando, cuando voy pregunto ¿que hay de nuevo? Por último, una relación calidad-precio inmejorable. En Madrid es imposible comer tan bien por ese precio. Excelente carta de vinos y postres. Nunca fallan, de veras, es una apuesta segura. Un saludo a todos

¡¡Me encanta!!!, mejoran cada año... En formentera resulta difícil acceder a la cocina típica, los restaurantes "de siempre" se han ido inclinando por una versión más comercial de la cocina de la isla, dejando en el olvido algunos platos y postres típicos dignos de ser probados. Buen sítio.

Voy todos los años a Formentera, y nos gusta comer en Pequeña Isla al menos dos veces, una solos y otra con los propietarios de la casa que alquilamos, ellos son de la isla y son los que lo recomendaron, pues conocen perfectamente la gastronomía isleña.
Me encanta siempre probar uno de los platos que hacen por encargo, esta vez me sorprendió mucho la burrida de raya, un guiso excepcional y que lo aconsejo a todo el amante del pescado.
Lo único que nos gustaría encontrar son los platos que son por encargo en la carta para poder pedirlos al momento, pues todos son realmente estupendos. No os olvidéis de reservar mesa, ya que no seríais los primeros en iros sin poder comer allí. Su página web está muy bien.

La verdad es que es de los mejores de la isla, tanto el esmero en el servicio como la cantidad y calidad de la comida es de lo mejor.
Está situado en una de las zonas más tranquilas de la isla, y eso se nota incluso en las personas que comen en las mesas de al lado.
La carta, basada en la cocina de la isla, esconde varias exquisiteces, tanto de carnes como de pescados, y los arroces son increibles. No se me ocurre nada para reprochar. Tienen una carta de postres que es digna de admirar, la más completa que conozco en un restaurante. Eso sí, en agosto hay que reservar, pues nos costó encontrar sitio en esas fechas.
Nos encantó la ensalada payesa y los calamares a la bruta, y el arroz con bacalao y coliflor es delicioso.