Restaurante: Pins Mar

El dueño muy maleficado. Buena comida y enclave, pero pésimo servicio, principalmentw del dueño. No recomendable

Hola a todos,os recomiendo este restaurante por la calidad de sus variados platos, sobre todo pescados, y su espectacular ubicación ya que en pocos restaurantes se puede comer con tanta cercanía al mar. Os lo recomiendo

En fin, que decir del restaurante? Es uno de los lugares más tranquilos y bonitos para ir en pareja, frente al mar, con la brisa marina. La comida es buenisima, paellas casi perfectas con un sabor extraordinario, mucho mejor que en otros restaurantes. Los dueños no he tenido el placer de conocerlos, pero el servicio es pésimo. Estuvimos en la terraza, bajo un sombrilla, 6 personas, en una mesa perfecta, pero moviendola durante la comida según se movía el sol. Habían 2 camareros, uno de los cuales era una tortuga ninja, con buen servicio educado y profesionalidad, pero el otro tortuga simple, aparentemente sin haber dormido, y aunque era simpático la atención que tuvo hacía nosotros era de dejadez, pero no solo a nosotros sino a más clientes. De todas formas si tengo la oportunidad de ir otra vez, iría, aunque intentaría estar más a la sombra o en la terraza con porche. Y exigente en la atención. Sino ni te atienden.

No acostumbro a comentar nada de un restaurante si por el motivo que sea, ese día no nos han atendieron como esperábamos pero esta vez, me quedé con las ganas, dado el caso omiso que nos dieron. No era la primera vez que iba y por lo tanto, sabia a donde iba. Situación perfecta, enfrente del mar, paz y tranquilidad, ideal para ir con pareja. Cuando llegamos, fuimos transparentes durante un buen rato, y cuando finalmente nos vieron, dijeron:carta o menú? La carta, lógicamente era enfrente del mar, el menú, en un rincón medio escondido con un biombo con unos ridículos manteles de cuadros. El menú consistía en arroz a la cubana y no se que más. Yo me quede con ese plato, lo demás ya no lo oí, porque ni siquiera estaba escrito en un papel. Volvimos a ser transparentes y después de agotar nuestra paciencia, decidimos irnos. Sinceramente, no pienso volver nunca más. Nota, imprescindible llegar con coche porsche, audi, bmw, o cochecito similar, dar unos golpes de gas y la atención será otra. Seguro.

No existe en toda la costa, siquiera hasta lloret un resturante tan plácido, tranquilo y que cocinen tan bien, especialmente los pescados y mariscos procedentes de arenys de mar, a precios medios. Sublime la sepia con pessols de llavaneres que cocina la abuela. Y cuando vayan, atiendan a los requiebros de los dueños, tanto la abuela como el jaume, un tipo de lo más agradable.