Restaurante: Pizzeria Sant Lluis

Mi opinión no a variado desde la ultima, sigo diciendo que es un magnifico restaurante para deleitarse con las mejores pizzas y otras grandes variedades de platos exquisitos todos ellos y para todos los gustos,os animo a probarlo en Palamos tenéis un rinconcito muy acogedor, y si bien necesitáis algo más de espacio también tenéis un lugar más amplio y precioso todo su entorno.... Un saludo y mi enhorabuena a todo el equipo

Creo que no hablamos del mismo restaurante, porque yo desde que soy pequeña voy allí y me encanta, la paella la hacen buenísima y los mejillones también. Si a eso le añades que sus camareros son corteses y simpáticos más las vistas espectaculares que se ven desde la terraza consigues un restaurante 10. Solo tiene un inconveniente, y es que esta tan bien situado que muchas veces está llenos hasta petar y tardan un poco en atenderte, pero siempre lo hacen con una buena sonrisa en la cara y simpatiquísimos.

Llevo des de los 17 años yendo a cenar aquí, actualmente tengo 38 y aun voy siempre que puedo, calidad- precio genial. Servicio bueno, y el único inconveniente para mi, es la época que cierra porque lo hecho de menos en no poder ir. Mi valoración un 10 sobre10. Tanto se puede ir con pareja, como familia, yo he ido d todas las maneras e incluso en eventos y genial

Fuimos a comer paella y fue penoso. Nos quejamos porque sabia a quemado y nos hicieron otra... Igualmente incomible! Nunca mas volveremos

He ido varias veces. Repetí por que quedé contento la primera vez, en cuanto a la calidad. Lamentablemente, cada vez que he repetido (he ido 5 veces) ha sido peor que la anterior (en cuanto a la educación en el trato y a la calidad de la comida).

Hoy también he ido (y, con mi esposa, he convenido en que no vamos a volver más) : trato absolutamente descortés en el momento de reservar mesa; es inconcebible que no aparezca mariscada en la carta de un restaurante de una localidad en la que hay lonja de pescado, de la categoría de sant lluís; pedimos mejillones al vapor y no hay porque se secan; nos sirven la bebiba y me la colocan toda en mi puesto y debo repartirla entre mi esposa y yo; los empleados de la barra (al fondo del comedor) hablando a voces con otros que se encuentran en la entrada; cuando pedimos los postres (hemos comido de la carta) nos recitan de forma cansina los pocos que se encuentran en el menú.

Debo aclarar al camarero que no hemos comido de menú y que, en cualquier caso, me traiga la carta de postres. Etcétera