El trato de los dueños exquisito. Un entorno muy agradable. La comida de alta calidad y muy bien elaborada. Altamente recomendable para parejas, o para ir con amigos
Es un sitio muy recomendable, el trato es magnifico y la calidad excelente, el ambiente es cuidado y el servicio muy bueno.
Nos costó que nos hicieran el descuento del 20 % que estaba acordado, ponían diferentes excusas, finalmente si lo hicieron. Vosotros me confirmastéis que tendrían algún detalle ya que era nuestro aniversario y no tuvieron nada de nada. La comida muy bien y de diseño pero poquísima cantidad, la relación precio-calidad no es para recomendarla, pues es caro. Con vuestro servicio si estamos muy contentos. Bss. Marimer.
Una tomadura de pelo. La cantidad que ponen en el plato se llamaría "tapita de bienvenida" en cualquier restaurante decente. La calidad no es mala, pero no vale ese precio. Tampoco lo valdría poniendo una cantidad normal en cada servicio.
El sitio es estupendo para comidas de negocios cuando el tiempo apremia pero se desea comer bien y recibir una atención esmerada en un ambiente agradable y elegante. La idea del menú de degustación es excelente y la relación calidad precio sorprendente, especialmente teniendo en cuenta la gran calidad de vinos que tienen. Definitivamente un restaurante con el que cuento para atender a clientes especiales.
Acogedor, romántico, ameno, delicioso, y ante todo el buen servicio que prestan, son una de las muchas virtudes de este restaurante y agradezco lo muy bien que la pase.... Creo que son muy pocos los sitios donde te hacen sentir tan cómodo.... Su atención y servicio al cliente creo que están muy bien enfocadas al esparcimiento.. Y a la comodidad del cliente..... Y la comida exquisita...... Definitivamente provoca ir a lugares donde realmente te la pasas muy bien..... Mil gracias por la excelente atención que recibí... Creo que sobra decir que muy pronto estaré por allí.
Aunque vivo en Madrid y no frecuento mucho la zona norte, me llevaron hace un par de semanas a este restaurante. Lo primero, pegado al sitio, un aparcamiento enorme y gratis a menos de 50 metros, de esos que dudas incluso donde dejar el coche. La calle es peatonal, tranquila, del todo integrada con el restaurante, otro importante detalle. Suma y sigue, el trato del encargado como si te conociera, pero sumamente respetuoso y agradable. Las mesas muy espaciosas, ni te oyen ni escuchas a los de al lado. Falta la comida. La carta me pareció tan equilibrada, que no sabes lo que pedir, así que nos dejamos asesorar y encargamos un menú largo, de hecho, no solo nos comentaron el contenido, sino también el precio, lo cual no suele ocurrir y es digno de alabanza. Los camareros divertidos y profesionales aunque alguna vez se trastabillaban describiendo el plato que te estaban sirviendo. Sin pasarse en innovaciones, las combinaciones bastante conseguidas y llamativas, muy sabrosas y perfectas en sus tamaños. En ningún momento sentimos la presión de que te están echando, así que nos animamos algunos a un buen malta, de los que tiene una estupenda colección y sobre todo los conocen todos. Buen precio, buena comida y una gran noche.
Habíamos oído hablar mucho de Salterius así que la semana pasada nos decidimos y fuimos un grupo de amigos, menuda sorpresa, el local es agradabilísimo, la cena espectacular (probamos el menú de degustación) y la relación calidad precio, francamente buena. Copas bien servidas y buena atención. Sin duda volveremos.
Hola, me ha sorprendido este restaurante, la verdad es que el sitio es tranquilo, aunque tiene un aire para carrozas, se come muy bien y me ha sorprendido la calidad precio, esperaba rejonazo y no fue tanto con un buen vino, lo recomiendo, repetiré, me quede con ganas del menú largo. Por cierto las copas de impresión, me metí un blue ribon y no me crucificaron. Un saludo