Hacia mucho tiempo que no disfrutaba así de una cena, me sorprendió muy gratamente en todos los sentidos. Volveré pronto seguramente.
Hacia mucho tiempo que no disfrutaba así de una cena, me sorprendió muy gratamente en todos los sentidos. Volveré pronto seguramente.
Hoy fui con toda mi familia y no ha sido solo la decepcionante comida que te podrían servir en el comedor de un colegio sino la mala educación de los camareros que han llegado a hacer callar a una de mis tías cuando quería que su interlocutor le dijera que quería comer o decirle a mi madre que se quitara de enmedio con estas mismas palabras... Yo no volvería a comer allí ni aunque fuera el último restaurante de la tierra. Jamas me han tratado tan mal.
Excelente experiencia: céntrico, parking fácil, edificio único, buena relación precio-calidad, buen servicio, cocina tradicional y variada bodega, vamos... "pa volver"
Visitamos este sitio de casualidad y nos ha encantado. Comimos en la taberna. Estábamos de paso con un niño de 3 años y después de varios intentos dimos con este lugar, tranquilo y acogedor. Buena materia prima y un buen menú. Respecto a la comida del niño un plato de legumbres exquisito, casero y con todo facilidades por su parte. Para la calidad que ofertan el precio es perfecto y la atención cuidada. Volveremos y lo recomiendo.
Dicen que este restaurante es uno de los mejores de Valladolid. No lo entiendo. La comida me pareció sólo correcta, el servicio pésimo y la cuenta bastante abultada para lo que nos ofrecieron. De todo ello lo peor sin duda fue el servicio: el maitre no fue capaz de recomendarnos con fundamento un vino en una tierra con 4 denominaciones de origen, la camarera nos trató con total falta de educación, más que servir los platos los arrojaba en la mesa y cualquier petición por nuestra parte (como que nos trajera la carta de postres en lugar de recitarlos) era respondida con soberbia y desaire. Nunca he visto nada igual. Al final después de pagar religiosamente 112 euros por una ración de anchoas, una de escabeche, dos de chuletillas, postre, café y una botella de abadía retuerta no nos dijeron ni adiós. Salimos de cenar con mal gusto.
Lugar privilegiado en el centro de Valladolid. Con un patio renacentista a la entrada que cuando llega el buen tiempo se aprovecha para que los clientes puedan comer al aire libre. En la carta destacan sobre todo los platos de legumbres (el potaje de los viernes es espectacular) los pescados (congrio, rodaballo, besugo, lenguado,... ) y las carnes (chuletón, solomillo, chuletillas de lechazo,... ). Dispone de una taberna donde los precios son más bajos y se pueden degustar tapas: foie fresco, risotto de carabineros (increíble), presa ibérica a la parrilla.... La relación calidad-precio es buena. Muchos dicen que es caro pero teniendo en cuenta las raciones y la calidad llegas a la conclusión de que están equivocados. El trato es cercano y profesional. Merece la pena si lo que se quiere es calidad y degustar platos típicos castellanos. También asan lechazo por encargo.
Sin duda una referencia gastronómica en la ciudad. Desde su entrada, un espectacular patio renacentista, da la acertada impresión de que no vas a salir defraudado de tu paso por esa casa. La calidad de la materia prima es exquisita, tanto es sus famosos platos de legumbres como en el resto de carnes y pescados de la carta; y la cantidad es generosa, cosa que no ocurre por desgracia en la mayoría de los restaurantes.... Y el precio es el mismo, claro. Se puede utilizar tanto para celebrar comidas de empresa (en una década nunca dejo de salir un cliente encantado con mi elección) como para disfrute personal. Para mi, que voy 1 vez por semana a la ciudad por negocios, es parada obligatoria. Por comentar algo sobre la taberna, el fin de semana se puede disfrutar de unas excelentes raciones con una calidad exquisita que tampoco he visto en otros restaurantes de la ciudad: el foie es "de verdad", los huevos con jamón y foie son espectaculares, los rissotos.... En fin, poco que comentar. Nada más recomendar este sitio a todo al que se acerque a la ciudad. Creo que después de estar comiendo fuera, cada dia, por toda la región y gran parte del país, desde 1995, considero que tengo "criterio" para dar opinión sobre un restaurante. Un saludo y nos vemos por Valladolid
Estuvimos una semana en Valladolid y fuimos 3 días, dos a la taberna y uno al restaurante. Las tapas lo mejor de lo mejor, desde un rissoto espectacular hasta foie... Todo buenísimo y muy ajustado el precio. Otro día estuvimos comiendo en el restaurante y tan bien genial. Relación calidad precio muy muy buena. Lo recomiendo a todo el mundo