Irrelevante. Fuimos a cenar un grupo de amigos y bajo una pretendida originalidad nos sirvieron platos muy normales con género barato.
Hola, estuve en este establecimiento gema penalva, el viernes 13 a la hora de la comida, y contemplé un espectáculo bochornoso y surrealista que no había visto en mi vida. Mi experiencia personal es que la comida es normalita y el servicio bastante malo, pero voy a relatar lo que pasó en una mesa de al lado: parece ser que los clientes habían reservado una mesa a una hora, y a pesar de que la mitad de ellos llegaron a la hora establecida, los otros se retrasaron, parece ser bastante (aunque tal y como está el tráfico y el aparcamiento por la zona, tampoco debería extrañar). En fin, todo sucedió muy rápido, ya que los de esa mesa les dijeron a los camareros que ya estaban todos y que "cuando quisiera"..., no les hicieron caso y siguieron a lo suyo (los camareros). Los clientes, al ver que seguían sin atenderles les volvieron a requerir con educación que "por favor, cuando pudiesen", y siguieron sin atenderles. Se ve, que uno de los clientes se cansó e hizo un comentario sobre que o "les servían o se iban", y ahí se precipitó todo: un hombre mayor y canoso que no sé de donde salio, les espetó con chulería que pagasen y se fueran, y en un momento se plantó toda la plantilla delante de la mesa en plan mafioso, gritando, insultando y amenazando (la peor gema penalva, que luego me enteré que era ella, pero desde luego se hizo un flaco favor haciéndose ver, ya que estuvo desencajada,gritando y fuera de si). Los comensales se levantaron para irse y el señor mayor estuvo insistiendo y buscando a uno de los chicos provocándole en plan barriobajero (¡gracias a dios se contuvo el chico! ). Finalmente y para más "inri" un chico de la mesa, Valencianoparlante pidió unas hojas de reclamaciones con educación y el "señor mayor", se las negó y le espetó que "le exigía que le hablase en castellano". Lo dicho, un espectáculo bochornoso. No merece la pena ir a un sitio en el que te tratan así, y aunque no me pasara a mi personalmente podría pasar a cualquiera, y es un riesgo visto como sucedió sin motivo justificado suficiente. Se ha pasado del "cliente siempre tiene la razón" al "si no te gusta te fastidias y te vas"... En un establecimiento de este tipo, no sólo hay que valorar la comida, sino, que para mi el trato es igualmente importante. En fin, yo no volveré jamas, y mi consejo es que no vaya nadie si no quiere arriesgarse (ya he visto alguna otra opinión respecto a la actitud y malos modales de estas "personas", lo cual me dice que lo por mi contemplado no es ni será un hecho aislado).
Reservamos mesa a las 22. 00 horas nos hicieron esperar hasta las 22. 55, esto es, una hora después ya que nuestra mesa se la habían dado a otras personas a las 20. 30, según nos dijeron, y no habían acabado. Ante nuestra lógica protesta el camarero o responsable de sala respondió airadamente y de malas formas ante nuestro profundo y lógico malestar. En un establecimiento que pretende convertirse en un referente en el horizonte y oferta gastronómica alicantina esto es imperdonable. Con lo que cuesta que un cliente acuda a tu establecimiento... Y a juzgar por los comentarios de las dos mesas inmediatas a la nuestra había malestar con el servicio y sobre todo desorganización indicando su intención igualmente de no volver. La carta justa, quizá un poco escasa aunque el maridaje de sabores francamente bueno. La carta de vinos muy mediocre. Ni lo recomiendo ni volveré por el trato tabernario recibido en un lugar cuya relación precio calidad no es ni mucho menos irresistible y del que Alicante ofrece alternativas mejores. Una lástima porque este establecimiento había levantado en mi mujer y en mi expectativas francamente buenas pero con unas percepciones en nuestra primera visita desastrosas... Ha nacido una estrella fugaz con fecha de caducidad... Con lo necesitado que esta Alicante de oferta gastronómica!!!!
Raciones cortas, muy cortas, carta de vino cortisima, servicio lento y cuando se deciden a servir lo hacen todo a la vez, mesa congestionada de cosas que no tienen nada que ver con la comida por lo que no queda sitio para los platos. Vino si no es rioja no bebes. Decepcionante, expectativas ni de cerca alcanzadas.
Tomadura de pelo. Nos ofrecieron los menús que disponen, y picamos. Nos trajeron, el plato principal al menos, para dos personas, cuando éramos 4. Nos cambiaron el rape que incluía el menú por bacalao, sin dar explicaciones. Después de reclamar nos ofrecieron otra ración de rape, y otra de carne, por que confesaron "se habían equivocado, y habian hecho menú para dos". Los menús rácanos, buenos, pero sin ser una maravilla, pero el servicio, y la relación calidad/precio muy muy malo. Yo no recomendaría a nadie este sitio, y si alguien va que no se le ocurra pedir menú.
Tomadura para ti y lo de que tardan es verdad pero la calidad de la comida no me la discutas, un saludo pt
Las tapas de son exquisitas las croquetas las mejores que he probado no dejes de comerlas todas las tapas buenismas y el servicio es excelente super simpáticos. Muchas gracias volvere
Genial para ir con amigos, familia, pareja, es increíble la de ambientes que puedes encontrar en este lugar. He ido en dos ocasiones y ya estoy deseando ir una tercera. La primera vez fui por puro azar, ya que pasé por delante con unas amigas y la terraza nos llamó la atención, es una maravilla, bonita, tranquila y muy emblemática. Nos tomamos unas cañitas y unas tapas, y además de que todo estaba buenísimo y el ambiente y servicio fueron ideales, nos salió la cosa por cuatro duros. Así que llevé a mi marido a cenar y esta vez estuvimos en una sala preciosa que tienen dentro con vistas a la placita de enfrente. Nos pedimos un buen vino, comimos los dos un primer plato, un segundo y un postre, y aunque la cuenta subió en relación a la otra vez, hay que reconocer que no fue nada caro para la calidad de los platos, elaboraciones y creaciones de la propia cocinera, todo riquísimo y muy original. Muy muy recomendable.
Sus platos y su servicio tan solo se puede etiquetar de excelencia. Mimo y profesionalidad. Cuando te vas ya estás planeando el regreso. Un valor seguro en la restauración en Alicante.