El sitio muy bonito, decoración rústica y con bodega del siglo xiii visitable. La comida esplendida, abundante y económico, sobretodo el bizcocho con chocolate caliente, una pasada. El trato inmejorable. Nos fuimos muy contentos. Animamos a cualquiera que pase por jarandilla de la vera que haga un alto en éste bonito restaurante.